México.- Un estudio del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) Unidad Mérida, realizado con la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) y el Instituto Smithsoniano, sugirió que el aumento de temperatura ha sido constante, incrementando la vulnerabilidad de los arrecifes del Caribe.
Otros reportes han señalado anteriormente que el estrés por calor es el principal causante del blanqueamiento masivo de los corales, muchas veces relacionado con la mortalidad de estos y la incidencia de enfermedades.
El estrés por calor afecta la estructura y el metabolismo celular, la respiración y la estabilidad de las membranas y la producción de pigmentos de los corales impidiéndoles expresar en un ecosistema su máximo potencial de rendimiento.
Este nuevo estudio ofrece herramientas de conservación e identificación de potenciales refugios frente al cambio climático.
Dichos instrumentos se lograron a partir de la variación espacio-temporal del estrés por calor, basado en información satelital diaria de la temperatura superficial del mar, que ofrece una regionalización -división de un territorio en áreas menores con características comunes- a escala del Caribe.
Los datos recabados ofrecen una delimitación de los patrones de estrés por calor y estos representan a los impactos pasados, que están íntimamente relacionados con la condición actual de los arrecifes coralinos, factor que ayuda a los científicos a identificar zonas prioritarias para la conservación.
En las últimas tres décadas el estrés por calor afectó a la mayoría de regiones del Caribe, principalmente a las regiones del Sur. Sin embargo, los mayores eventos de este tipo sucedieron en los años de 1998, 2005, 2010-2011 y 2014-2017, por tanto, la mayor parte de los arrecifes de este sitio han sufrido al menos un evento de riesgo de blanqueamiento de coral.
De acuerdo con el investigador mexicano Aarón Israel Muñiz Castillo el 2003 fue el año en que más expuestos estuvieron los arrecifes al blanqueamiento debido al "fenómeno El Niño, la Oscilación del Sur, (y) el incremento constante en la exposición al estrés por calor".
La investigación enfatiza además la importancia de generar información en zonas de estrés por calor emergente -sitios afectados en mayor magnitud en los años recientes-, entre los que se destacan el Arrecife Mesoamericano y el Caribe mexicano.