Oslo.- Norwegian Electrical Systems (NES) tiene la intención de plantar una celda de combustible de hidrógeno de 3.2 megawatts (MW) en un gran recipiente, que actualmente es diseñado por Havyard Design, para el armador Havila.
Sería la pila de combustible más grande jamás colocada en un barco importante, para reemplazar el gas comprimido; se planea que las baterías almacenen energía adicional para que el sistema sea completamente libre de emisiones.
“Pasar a una celda de combustible 3.2MW, permitirá que el barco navegue sin emisiones por largas distancias, a lo largo de la costa, lo cual será un hito dentro del transporte ecológico”, dijo Stein Ruben Larsen, vicepresidente senior de NES.
“Para los turistas que visitan la costa noruega, significará que este buque podrá entrar en los fiordos, donde los buques propulsados por cualquier forma de hidrocarburos que produzca dióxido de carbono (CO2), y otras emisiones, serán prohibidos en 2026”.
La electricidad en Noruega se genera principalmente a partir de energía hidroeléctrica limpia y eólica, pero los barcos comerciales y cruceros que funcionan con combustibles fósiles, han contaminado las comunidades costeras y causado emisiones sustanciales de CO2.
Según la Organización Marítima Internacional (OMI), son responsables del 2.5 por ciento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, mientras que la Unión Europea dice que la industria causa aproximadamente el 13 por ciento de las emisiones del bloque económico, en el sector del transporte.
Como la electricidad no es una opción, el hidrógeno verde producido a partir de energías renovables, como la eólica marina, se considera un combustible alternativo para reducir las emisiones en el sector marítimo.
La experiencia noruega también podría ser interesante para economías más grandes, como Alemania, que en un borrador de una estrategia nacional de hidrógeno, menciona que planea un uso masivo de hidrógeno en partes del sector del transporte difíciles de descarbonizar, como el marítimo.
El buque que se moderniza para Havila, es parte del proyecto de desarrollo FreeCO2ast del Grupo Havyard. El hidrógeno líquido se suministrará desde una embarcación o camión de combustible, y luego se almacenará en un tanque especial a bordo del crucero.
Para ser utilizado en la celda de combustible, el hidrógeno líquido se convertirá nuevamente en gas, explicó el gerente de ventas y marketing de NSE, Svein Ove Farstad. Agregó que ya hay otros buques impulsados por hidrógeno, pero “será la primera vez en un barco de este tamaño”.
Norwegian Electric Systems comenzó a buscar baterías en 2013, pero ahora amplió su negocio para considerar la integración de celdas de combustible para descarbonizar barcos más grandes.
“Para algunos buques, las baterías serán factibles”, dijo el vicepresidente técnico de NES, Torbjørn Haugland, “pero para embarcaciones más grandes y rutas más largas, las celdas de combustible son la solución”.
“Sin embargo, no pueden usar celdas de combustible alimentadas por hidrocarburos, por lo que, con la creciente aceptación y producción de hidrógeno, se analiza la integración de un tanque de hidrógeno líquido y el sistema de suministro de combustible requerido”.
A partir de 2021, Havila tendrá cuatro embarcaciones navegando a lo largo de la costa noruega, al principio equipadas con baterías y gas natural como combustible.