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México.- A pesar de los graves problemas de contaminación ambiental que viven algunas zonas de México, la falta de regulación y programas de movilidad obstaculizan el combate a esta problemática que impacta en la población.
"No existe un control de emisiones de camiones a diesel porque la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) no tiene la estructura ni la gente para hacerlo. Hay una desconexión en todo el sistema", advirtió Ricardo Torres, investigador del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En el Día Interamericano de la Calidad del Aire, Torres agregó también que en la Ciudad de México, una de las ciudades más contaminadas del país, las "patrullas ecológicas" -unidades oficiales que verifican los automóviles- no están autorizadas para detener a camiones de carga.
Este es sólo un ejemplo de falta de atención a este problema, ya sea por negligencia o por falta de recursos, que indujo a que México tenga el tercer lugar en peor calidad del aire en Latinoamérica para las partículas suspendidas PM2.5, de las más perjudiciales, según el Reporte Mundial de la Calidad del Aire del 2018.
Afectaciones para la salud
Aunque la Constitución mexicana contempla en su artículo cuarto el cuidado de la salud y el derecho a un medio ambiente sano, eso no ha impedido que en el 2017, las enfermedades pulmonares obstructivas crónicas (EPOC) se colocaran entre las diez primeras causas de fallecimiento, con 22 mil 954 víctimas, de acuerdo con estadísticas oficiales.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada año la contaminación del aire causa siete millones de muertes provocadas por enfermedades cardíacas, derrames cerebrales, cáncer de pulmón, EPOC e infecciones respiratorias.
A la economía mundial, de acuerdo con el Banco Mundial, le cuesta 225 mil millones de dólares al año. Una realidad que afecta directamente al erario pública mexicano y al bolsillo de los ciudadanos.
"Cuando hay contingencia (ambiental) siempre tengo espasmo bronquial. Siempre me tengo que quedar en casa y tres de cuatro veces me dan infecciones respiratorias, provocando que suba la dosis de antibióticos que me manda el médico. Además, me tengo que hacer nebulizaciones dos o tres veces al día", contó Yuriko, una mujer de la Ciudad de México que tiene asma.
La Zona Metropolitana del Valle de México durante varios días presentó altos niveles de contaminación atmósferica con la presencia de partículas muy nocivas, en parte debido a los incendios en el centro del país.
El Sistema Nacional de Información Ambiental y de Recursos Naturales apuntó que, en 2017, hubo 20 mil 889 casos de asma, mientras que en los estados de Jalisco hubo 21 mil 156 casos; en Nuevo León se reportaron 14 mil 383 y en Quintana Roo, unos 4 mil 802 casos.
Medidas contra la contaminación
Desde los años 80 el México ha promovido acciones para atender los problemas ambientales y una de las medidas más debatidas fue la ejecución del programa "Hoy no circula".
Datos del Inegi del 2017 situaron a la Ciudad de Méico en el lugar número 13 de los 32 estados del país en contaminación, lo que pone de relieve que el problema no se limita solo en esta ciudad de más de 9 millones de personas y que constituye un área metropolitana de unos 22 millones.
Torres sustenta que la contaminación enzonas urbanas es peor en otras partes de México, ya que al menos en la capital existen mecanismos para tratar de detener la corrupción.
"Aquí en la Ciudad de México la mayor parte de los automóviles que son a gasolina se verifican" mientras que en estados como el industrializado Nuevo León -cuya capital es Monterrey- "hasta se quitó" el programa de verificación, lamentó.
Tras la contingencia ambiental de mayo, el Observatorio Ciudadano de Calidad del Aire -conformado por siete ONG, entre ellas Greenpeace- exigió acciones urgentes por parte del gobierno federal y de los gobiernos locales.
"Exigimos a los gobiernos de las entidades federativas que participan en la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAME) y a las autoridades federales la implementación de las medidas", inscribieron en un documento.
De acuerdo con los monitoreos del Observatorio, la solución no consiste únicamente que dejen de circular vehículos en las grandes ciudades, sino que el transporte público sea más eficiente para que más personas lo utilicen y en controlar las emisiones cerca de zonas de población vulnerable, como las escuelas.
Con una población de 124 millones de personas y un parque vehicular de 45 millones en crecimiento, la necesidad de programas de gestión de calidad del aire condujo a la creación de ProAire que en la actualizad opera en 37 ciudades.
Pero a tenor de las estadísticas, su eficiencia estaría en entredicho. Y en la capital, el exjefe capitalino Miguel Ángel Mancera (2012-2018) firmó un pacto para prohibir la circulación de vehículos a diesel para el 2025.
"De la fecha que lo firmó (el pacto) a ahora no se observa una reducción, pero es posible que pueda haberla porque en unos diez años" predominarán los coches eléctricos, concluyó Torres.