Moscú.- Greenpeace se manifestó, por medio de una obra de ilusión óptica, su posición frente al encarcelamiento de las ballenas en Rusia, la imagen hace alusión a una orca en tres dimensiones, el animal rompe la jaula en la que se encuentra.
La ONG denuncia la falta de medidas reales que cambien y mejoren las condiciones de los cientos de cetáceos encarcelados.
Ello pese a la orden del presidente ruso, Vladímir Putin, de dar solución a este problema, destacó durante la acción el representante de Greenpeace Russia, Oganés Torgulián.
"Se ha creado una comisión para definir el destino de los cetáceos, integrada por científicos, pero la coordinación corre a cargo de las administradoras pesqueras que en su esencia son las culpables del surgimiento de este problema", confirmó.
Después de frenar la venta a acuarios y delfinarios chinos a cambio de varios millones de dólares, los grupos conservacionistas han alertado durante meses acerca de la precaria situación de las 87 belugas, 11 orcas y 5 crías de morsa.
Los científicos revelan que a la aglomeración y a las malas condiciones sanitarias, los animales recluidos están enfermos, a lo que se suma la falta de espacio y presencia de hielo, situación por la cual las ballenas padecen de hipotermia.
Torgulián denunció que detrás de la cárcel de ballenas están "compañías privadas, en su esencia estructuras mafiosas con guardias armados", a los que no tienen acceso ni la prensa ni las organizaciones sociales.
El representante de Greenpeace comentó que el precio promedio de una orca en China es de un millón de dólares, pero los acuarios las compran por seis o siete millones cada una.
Aunque existe el consenso de que los cetáceos deben ser liberados, Grigori Tsidunka, experto en mamíferos marinos y asesor de Greenpeace, dijo que este proceso debe llevarse a cabo adecuadamente.
El analista señaló que el proceso de liberación es lento debido a la oposición de los pescadores que buscan quedarse con algunos animales y poderlos vender a China.
"En el lugar donde se encuentran ahora no existen las condiciones alimentarias de estos animales, por lo que soltarlos allí significaría más desahuciarlos que liberarlos. Es necesario liberarlos correctamente, en el lugar correcto y el momento correcto, donde tengan suficiente comida", afirmó.
Según el experto, el mejor lugar para ello es donde fueron capturados, si bien ahora está cubierto por una espesa capa de hielo y resulta imposible liberarlos allí".
El analista señaló que el proceso de liberación es lento debido a la oposición de los pescadores que buscan quedarse con algunos animales y poderlos vender a China.
Torgulián expresó su esperanza que la visita del reconocido oceanólogo Jean-Michel Cousteau en los próximos días "destrabe" el proceso.