Pekín.- La organización ecologista Greenpeace alertó hoy de la aprobación, durante 2020, de nuevas plantas térmicas de carbón en China, uno de los modos más contaminantes de generación de electricidad.
En un comunicado, Greenpeace indicó que a lo largo del pasado año distintas comisiones locales de reforma y desarrollo del país asiático aprobaron la instalación de 46.1 gigavatios producidos por este tipo de centrales, lo que choca con los objetivos anunciados por Pekín el pasado septiembre de llegar a la neutralidad de emisiones de carbono para 2060.
Estos 46,1 gigavatios suponen un 231.6% más de lo aprobado en 2019 y más que lo aprobado durante los años 2017, 2018 y 2019 combinados.
Asimismo, los ecologistas advierten de que el sistema creado por la Administración Nacional de la Energía en 2016 para alertar del riesgo de exceso de capacidad se ha ido relajando: una alerta roja indica que no se permite la construcción de nuevos proyectos de carbón, mientras que la naranja indicaba riesgos y requería de especial atención a la hora de aprobar nuevos proyectos de ese tipo.
Según Greenpeace, en 2017 había 27 provincias coloreadas de rojo o naranja, mientras que en 2020 solo eran seis.
"La oleada de nuevas aprobaciones de capacidad generada por carbón intensifica aún más el exceso de capacidad, lo que presentará obstáculos a la transición energética de China", indicó el texto, que apuesta por la transformación industrial de provincias como Shanxi o Mongolia Interior, cuyas economías han estado tradicionalmente ligadas al carbón.
No obstante, Greenpeace concede que, después de que el Gobierno chino anunciara el pasado mes de septiembre su intención de lograr su pico máximo de emisiones de carbono en 2030 y la neutralidad de estas para 2060, la aprobación de nueva capacidad de este tipo de centrales se redujo en el último trimestre, en comparación con el resto del año.
"Parar la expansión de plantas térmicas de carbón ayudará a la economía y a la credibilidad de los compromisos nacionales climáticos de China", afirmó el subdirector de la rama de Asia oriental de Greenpeace, Zhang Kai.
Los datos de la organización ecologista muestran que China es el mayor consumidor de carbón del mundo, combustible que originó el 60.8% de la energía producida en el país en 2020.