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Redspira, un proyecto ciudadano para monitorear la calidad del aire

Entrevista con Alberto Mexia

Redspira, un proyecto ciudadano para monitorear la calidad del aire

Entrevistamos al ingeniero Alberto Mexia, director de Certuit Software y creador del proyecto Redspira, una iniciativa que actualmente opera en la ciudad de Mexicali, Baja California, y tiene el objetivo de monitorear la calidad del aire de la ciudad a través de sensores de bajo costo, así como implementar una aplicación móvil que permite a los ciudadanos tomar decisiones a través de un monitoreo colaborativo.

Certuit es una empresa fundada en 2007 que ofrece servicios de seguridad informática, actualmente desarrolla aplicaciones móviles con enfoque cívico (Civic Tech), corriente tecnológica que busca empoderar al ciudadano por medio de la tecnología.

“El proyecto Redspira surge como respuesta al creciente problema de la mala calidad del aire en la ciudad de Mexicali, catalogada como una de las más contaminadas en México y Latinoamérica”, señaló Alberto Mexia, director de la iniciativa.

“¿Cómo podemos aportar una solución al problema?”, se pregunta el directivo de Certuit, “la respuesta nace a partir del déficit de monitores de calidad del aire en esta ciudad”, responde.

Peculiaridades de la Plataforma Redspira

La plataforma cuenta con sensores y estaciones de monitoreo, estaciones normativas, sensores de bajo costo, plataforma geoestadística, aplicaciones móviles (iOS y Android) y un programa de difusión y educación.

“Uno de los objetivos del proyecto es darle al ciudadano una herramienta en la palma de la mano para que pueda tomar decisiones en tiempo real (…) para ello se han establecido canales de comunicación que permiten hacer llegar la información procesada y en formato amigable a los ciudadanos”, afirma el empresario.

La tecnología de monitoreo de la calidad del aire Redspira es de bajo costo, tanto en hardware como en software, comparada con otras opciones existentes del mercado.

“Uno de los problemas de los gobiernos e iniciativas ciudadanas en México es la disponibilidad de flujo para operar proyectos de este tipo, por lo que se generó un diseño que requiere una inversión inicial baja, más un recambio de equipos de bajo costo cada 2 años”, sostuvo Alberto.

Redspira utiliza el contador de partículas láser Plantower PMS5003, donde los rayos láser detectan las partículas que pasan por su reflectividad. Estos sensores cuentan las partículas suspendidas que son procesadas por el sensor usando un algoritmo complejo para calcular la masa de PM1.0, PM2.5 y PM10.

Actualmente se está desarrollando la Versión 3.0 del sensor, la cual contempla un mayor número de contaminantes requeridos por la normatividad mexicana, al respecto apunta: “Estamos cerca de liberar la versión 3.0, la cual incluye contaminantes criterio como ozono, compuestos orgánicos volátiles, dióxido de azufre, óxido nitroso y monóxido de carbono”.

"Nuestro monitor contará con el mayor número de sensores para acercarnos al cumplimiento de la normatividad en cuanto a contaminantes criterio, se espera obtener la validación de los datos de tres entidades oficiales, lo que validará con mayor certeza la información proporcionada al ciudadano”, agregó Mexia.

“Es una base muy fuerte, la mayoría de los sensores de bajo costo se limitan al PM2.5 y PM10, esta es una ventaja competitiva que estamos generando, obviamente aumenta un poco el precio, pero sigue estando abajo del rango de los mil dólares”, agregó.

Actualmente Redspira está en proceso de estructuración oficial para tener la validación de la California Air Resources Board, una dependencia de la Environmental Protection Agency en Estados Unidos, la cual ha generado una serie de lineamientos para el establecimiento de redes de monitoreo de la calidad del aire.

Sobre ello cuenta: “Tú les envías el sensor de bajo costo y ellos hacen estudios comparativos entre tu sensor y el sensor normativo, hay sensores de bajo costo como el que tenemos nosotros, que alcanzan un 99 por ciento de correlación, eso indica que la medición es muy certera”.

El director de Redspira argumenta que los sensores de bajo costo para monitorear la calidad del aire están progresando y los esfuerzos por validarlos han comenzado en México, y que cada día surgen nuevos proyectos a nivel internacional que indican que falta poco para que la normatividad se tenga que ajustar a las nuevas tecnologías.

Redspira innova en la construcción de una red ciudadana

Redspira es uno de los mejores ejemplos del caso de éxito de la triple hélice, ya que mantiene convenios con el sector gubernamental, empresarial y académico . La tecnología se adapta a las necesidades y disponibilidad presupuestal de cada ciudad, “uno de los principales objetivos del proyecto es empoderar al ciudadano brindándole información de calidad para que tome mejores decisiones”, enfatizó.

Algunas de las características actuales con las que cuenta Redspira son resumen de los últimos tres días para una zona, promedio actual, mapa de sensores con su medición en tiempo real, sección de noticias y avisos.

Una de las mejoras a liberar próximamente consiste en la denuncia ambiental ciudadana, categorías por tema, posicionamiento GPS, fotografía del evento; sistema de votación ciudadano, encuestas sobre la calidad del aire, avisos automatizados según la calidad del aire y selección de geocercas para vigilar áreas específicas.

“Actualmente estamos en fase de evolución, en las redes sociales se suman 12 mil personas que están atentas a la información de la red”, sostuvo.

Respira tiene cobertura en Mexicali, Valle de Mexicali, Tijuana y un par de sensores en Calexico, California. El proyecto cuenta con voluntarios ciudadanos, convenios con los gobiernos locales y relación con universidades públicas.

La tecnología de Redspira puede implementarse en cualquier ciudad del país, “básicamente se requiere definir cuál es el objetivo de la medición y de qué dimensión se desea el proyecto (…) actualmente, con Persis, estamos haciendo una alianza con el objetivo de generar proyectos que contemplen estaciones normativas y que permita hacer una extensión del diámetro de medición a través de sensores de bajo costo”, explica Alberto.

En Mexicali existen organizaciones de la sociedad civil que están atendiento sobre el problema de la calidad del aire, a través de la sensibilización, jornadas de limpieza, reforestación de áreas públicas, recuperación de espacios, entre otras.

En este escenario, Alberto opina: “Creo que todos los esfuerzos son válidos y necesarios, sin embargo, creo que se requiere trabajar sobre líneas estratégicas correlacionadas, existen en las ciudades documentos denominados Proaire, que es una iniciativa que surge a nivel federal y en la cual se estudian tanto las posibles causas como soluciones del problema a nivel ciudad”.

“Estos documentos deberían ser los rectores que todos los interesados y activistas del tema tomemos como base y de una manera organizada fortalezcamos con las iniciativas específicas de cada organización. Al final del día todos vamos por la misma causa: hacer de este un mundo mejor”, concluyó.

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