México.- El Plan Nacional de Desarrollo (PND) plantea estrategias para garantizar el derecho a un medio ambiente sano con enfoque de sustentabilidad de los ecosistemas.
Asimismo, es prioritario fomentar un desarrollo económico que impulse la reducción de emisiones de gases y compuestos de efecto invernadero, así como instaurar una política energética soberana, baja en emisiones y eficiente que permita la seguridad energética.
En el marco del Foro Nacional de Legisladores en materia de Ciencia, Tecnología e Innovación, la legisladora Dolores Padierna Luna sostuvo que los ecosistemas, los sistemas productivos, la población y la infraestructura del país son vulnerables a los impactos climáticos.
“México se ha comprometido con la comunidad internacional a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, pero poco se hizo en el pasado. El rezago es importante y se requiere acelerar el paso” manifestó.
Subrayó que las energías renovables y tecnologías limpias han revolucionado al sector energético, por lo que el PND busca una transición a su uso, ya que esta alternativa puede cumplir los requerimientos de los hogares, el campo, los servicios públicos, la industria y el comercio.
México ha evolucionado en la generación de electricidad a través de energías alternativas, sin embargo, ha sido un proceso lento, en 2018 esas fuentes renovables y tecnologías limpias aportaron 24 por ciento de la electricidad.
Las metas previstas en la Ley General de Cambio Climático y la Ley de Transición Energética son de 25 por ciento para 2018; 30 por ciento para 2021; 35 por ciento para 2024 y existe el compromiso de alcanzarlas en tiempo y forma.
La diputada asentó que la generación eléctrica es una actividad de libre mercado y no se impide a nadie aprovechar las fuentes renovables de energía, sin embargo, en el pasado se hicieron “jugosos negocios” en este renglón con la venta de electricidad y servicios de transporte de gas natural a la Comisión Federal de Electricidad.
“Eso se acabó. Las fuentes renovables de energía y las tecnologías limpias no requieren de arreglos leoninos o corruptos. Y la viabilidad de proyectos debe construirse con base en la necesidad real, eficiencia de procesos, competitividad de costos y aceptabilidad social”, resaltó.
Dijo que se busca garantizar un entorno de previsibilidad y certidumbre regulatoria con base en reglas y criterios consistentes, transparentes y de fácil acceso para las empresas que quieran aprovechar dichas fuentes; alentar la producción de energéticos que provengan de ahí y promover el uso de tecnologías limpias con principios de eficiencia, seguridad y contenido nacional.
También se pretende impulsar su desarrollo para asegurar el abasto sustentable de energéticos de calidad a precios accesibles; contribuir a la formación y fortalecimiento de capital humano en fuentes renovables y tecnologías limpias, garantizar derechos de los pueblos indígenas y otros grupos asentados en áreas donde se llevan a cabo las actividades energéticas, promover participación comunitaria y aprovechamiento local de esas fuentes, así como la inversión pública, social y privada en energías limpias.