Ciudad de México.- Organizaciones que integran el Observatorio Ciudadano de Calidad del Aire (Occa) indicaron que el acuerdo emitido por Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) beneficia la generación de electricidad obsoleta a partir de combustóleo resultante de procesos de refinación.
La organización indicó que las modificaciones realizadas atentan contra el cumplimiento de los objetivos climáticos establecidos en la Ley General de Cambio Climático y a lo comprometido por México en el Acuerdo de París.
El acuerdo para garantizar la eficiencia, calidad, confiabilidad, continuidad y seguridad del Sistema Eléctrico Nacional y emitido por el Cenace el pasado 29 de abril representa un obstáculo y una amenaza a la política climática, al cumplimiento al Acuerdo de París, a las leyes de Cambio Climático y Transición Energética, limitando la operación de las plantas de generación renovable y frenando la entrada en operación de las nuevas plantas que ganaron las subastas de energía.
El Occa señala que las energías renovables, lejos de poner en riesgo el sistema eléctrico nacional, pueden construir un sistema más resiliente, justo y accesible.
Agrega que las energías renovables, además de coadyuvar a la consecución de las metas climáticas de México, combaten la pobreza energética, generan empleos y fomentan el ahorro y eficiencia en el consumo de energía .
El reciente acuerdo emitido por el Cenace abre la oportunidad de poner en marcha plantas de generación eléctricas a base de combustóleo (combustible residual de los procesos de refinación de petróleo) que estaban en desuso y programadas para ser retiradas del sistema eléctrico debido a su ineficiencia, altos costos económicos, de salud, ambientales y por sus emisiones de gases efecto invernadero.
Tan sólo por la contaminación por material particulado en México el Instituto de Evaluación y Métricas en Salud (IHME) de la Universidad de Washington estima que en 2017 murieron al menos 36 mil personas, indicó.
Este acuerdo se une al resto de medidas, cambios en las leyes y políticas que han dado marcha atrás a los mecanismos de acción climática que se habían desarrollado en México, indicó la organización.
Además, advierte, estas medidas han frenado el desarrollo de energías renovables y ponen en riesgo el cumplimiento de leyes y compromisos internacionales que mandatan la reducción de emisiones de GEI en nuestro país .
El Occa añade que las políticas de Sener harán que México sea el primer país del G20 que, en los hechos, incumpla los compromisos del Acuerdo de París. Algunas de estas políticas regresivas son:
- La negativa de la Secretaría de Energía para que México ratifique el Anexo VI del Convenio MARPOL, el cual reduciría para 2030 la siguientes emisiones del transporte marítimo: el 71 por ciento del material particulado, el 71 por ciento de carbono negro, 80 por ciento de emisiones de dióxido de azufre, 81 por ciento de emisiones de óxidos de nitrógeno;
- La postergación de la cobertura nacional de diésel de ultra bajo azufre hasta 2024;
- La cancelación de subastas de energía limpia;
- La publicación, en octubre de 2019, del acuerdo por el que se modifican los lineamientos que establecen los criterios para el otorgamiento de certificados de energía limpia;
- La Resolución de la CRE para autorizar a Pemex el suministro temporal de diésel de 500 partes por millón (ppm) en algunas regiones de Guerrero, Oaxaca, Puebla y Veracruz, que están definidas dentro de las zonas de suministro de diésel de Ultra Bajo Azufre (UBA, menos de 15 ppm).
De acuerdo con la Prospectiva de Energías Renovables 2018-2032 de México , entre 2007 y 2017 la capacidad instalada de generación eléctrica con energías renovables venía creciendo a una tasa media anual de 4.5 por ciento y fueron las energías eólica y solar las que presentaron la mayor tasa de crecimiento promedio con el 47.6 por ciento y 43.2 por ciento respectivamente.
En tanto el Renewables 2019, Global Status Report destacaba que México había entrado a la lista de los diez países con mayores adiciones de energía solar fotovoltaica. Sin embargo, en lo que se refiere a la generación de energía eólica, el Global Wind Report 2019 hace mención que la voluntad política vacilante de México ha creado un ritmo debilitante de estancamiento para el desarrollo de la industria eólica.
Cabe señalar que el Global Trends in Renewable Energy Investment 2019 indica que la inversión en capacidad instalada renovable cayó 38 por ciento en 2018 y que debido a la incertidumbre en el marco regulatorio es muy probable que la inversión se reduzca aún más. Por su parte, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) reporta que México es el segundo país latinoamericano con menor proporción de energías renovables en la oferta energética total, solamente detrás de Barbados .
La organizción advierte preocupación en el contexto actual pues, además de los retos en materia de salud que nos ha dejado ver la pandemia del COVID-19, existe la necesidad de reconstruir las economías de los países a partir de medidas y políticas más sostenibles que fortalezcan la resiliencia de las poblaciones en el mediano y largo plazo.
En ese sentido, precisamente la generación de energía a partir de fuentes renovables y limpias es una solución clave para esta recuperación, y desde ya los gobiernos habrían de estar generando las condiciones y los incentivos apropiados para que suceda esta transición energética. Sin embargo, el multicitado acuerdo nos lleva en sentido opuesto a dicha reconstrucción.
El Observatorio Ciudadano de Calidad del Aire (Occa) está integrado por la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente, Bicitekas, Centro Mexicano de Derecho Ambiental, El Poder del Consumidor, FOTCA, Fundación Tláloc, Greenpeace México, ICCT, ICM, ITDP México, REDIM, Redspira, Transita Seguro, WWF.
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