Hong Kong.- Los tiburones juegan un papel importante en los ecosistemas oceánicos, función que han desempeñado por años y que ahora está en riesgo debido a su caza para usar diferentes partes de su cuerpo para cuestiones de ostentación, más que de utilidad.
De acuerdo a una investigación realizada por la organización no gubernamental Oceans Asian los tiburones son particularmente vulnerables a la sobreexplotación.
El objetivo de este organiazión es “investigar delitos contra la vida silvestre, exponer y llevar ante la justicia a quienes contaminan y destruyen los ecosistemas marinos para mantener el más alto nivel de integridad, confiando exclusivamente en la conservación basada en hechos e inteligencia”, por tal razón hace un llamado a frenar la explotación de estos animales marinos.
Es crucial mantener a estos depredadores superiores en los océanos, donde desempeñan un papel vital al mantener la vida marina en equilibrio
Aunque menciona que nadie sabe exactamente qué sucederá si se elimina a estos depredadores de los ecosistemas marinos, advierte que los resultados podrían ser catastróficos debido al proceso conocido como “cascada trófica”, por el cual cada especie en una red alimentaria se ve afectada cuando se elimina un nivel.
“Para empeorar las cosas, los ecosistemas menos diversos son menos resistentes frente a otras amenazas como el cambio de temperatura y la acidez resultante del cambio climático, por lo que es crucial mantener a estos depredadores superiores en los océanos, donde desempeñan un papel vital al mantener la vida marina en equilibrio”, indica.
Los tiburones vivos se transportan a buques pesqueros y sus aletas, la única parte de valor, son cortadas para luego devolver al tiburón, aún vivo, al mar, donde tendrá una muerte lenta
Describe que el factor que más impulsa la demanda de tiburones es un manjar asiático: la sopa de aleta de tiburón, de la cual se dice es un alimento milenario, cuando la realidad es que lo que originalmente fue un plato para el Emperador, se revivió en la década de 1960 como un lujo en los menús de banquetes de bodas en hoteles, de donde se extendió al mundo corporativo.
“De ahí surgió una práctica malvada, cruel y bárbara conocida como aleteo, donde los tiburones vivos se transportan a buques pesqueros y sus aletas, la única parte de valor, son cortadas para luego devolver al tiburón, aún vivo, al mar, donde tendrá una muerte lenta”, señala.
La razón para el "aleteo", explica, obedeció a que los buques pesqueros en alta mar no querían llenar sus bodegas con un tiburón sin valor, por lo que cortaban las únicas partes por las que podrían obtener dólares en el mercado, las aletas.
Menciona la ONG que “se han implementado leyes que exigen que los tiburones sean desembarcados con 'aletas unidas' o especificando una proporción de aletas a cuerpos, pero la práctica continúa, en gran parte debido a la falta de monitoreo y aplicación”.
Los comercializadores detrás de la industria de aletas de tiburón han estado varios pasos adelante de los conservacionistas. “Sabían que las leyes cambiarían y enfrentarían problemas de suministro, y para atraer a los pescadores a desembarcar a todo el tiburón, crearon mercados para el resto del cuerpo”.
Promovieron fuertemente la carne de tiburón, especialmente en países como Brasil, México y Australia. En América Latina, los platos como el ceviche usan carne de tiburón, mientras que en Australia, la carne de tiburón se sirve disfrazada de pescado y papas fritas, engañosamente rebautizada como "hojuelas".
Otra creación fue “la industria del cartílago de tiburón, impulsada en la década de 1990 por William Lane, quien publicó un libro Shark's Don't Get Cancer. Lane recorrió el mundo occidental con su remedio de aceite de serpiente, apareciendo en populares programas de televisión que alientan a las personas a consumir píldoras de cartílago de tiburón, ya que hacerlo reduciría sus posibilidades de contraer y potencialmente curaría el cáncer”.
Las afirmaciones de Lane han sido desacreditadas. Sus afirmaciones de que los tiburones no contraen cáncer son falsas, se han documentado 23 formas de cáncer en tiburones, incluidos los condromas: cáncer de cartílago.
En otro esfuerzo por mantener la industria, los profesionales han afirmado que el cartílago de tiburón es bueno para la osteoartritis, que ofrece alivio del dolor y la inflamación y mejora la función articular, entre otras cosas. El ingrediente activo, que puede derivarse de muchas fuentes animales, es el sulfato de condroitina, pero los estudios científicos no han encontrado beneficio en el uso de este químico.
Finalmente, destaca que los tiburones de aguas profundas también son fuertemente atacados por su aceite de hígado o escualeno, el cual es utilizado principalmente por la industria cosmética en cremas para la piel y como suplemento para la salud.
El hígado de un tiburón representa en algunas especies más de un tercio de su peso corporal total y se usa para controlar la flotabilidad.
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