México.- México verá desaparecer en 2022 a la vaquita marina, mamífero sobre el cual tiene la responsabilidad de su conservación, advirtió Alejandro Olivera, del Centro para la Diversidad Biológica, junto con las organizaciones Conservación de Mamíferos Marinos de México y Greenpeace México.
La vaquita marina es el cetáceo más pequeño del mundo y habita las aguas del Alto Golfo de California, de las cuales es endémico.
“Durante la pasada administración, el número de ejemplares disminuyó hasta en 85 por ciento, revelando el fracaso para acabar con la pesca descontrolada e ilícita de la totoaba en la región, así como de los intentos por realizar su crianza en cautiverio”, indicaron las organizaciones.
Hacen notar que desde 2019 se redujo en 30 por ciento el presupuesto destinado a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), entidad responsable de la vigilancia en el Alto Golfo de California y, por lo tanto, de la preservación de la vaquita marina.
Recordaron que hace un año demandaron establecer una “zona de cero tolerancia” para cualquier tipo de embarcación en la zona donde se registraba la mayor concentración de las últimas vaquitas de acuerdo al reporte científico, y que las autoridades pesqueras cumplieran con las promesas de generar artes de pesca que no interactuaran con la vaquita, pero nada se hizo.
En una recopilación histórica realizada por las organizaciones junto a The Ocean Foundation, se estimó que durante años las autoridades mexicanas han sido omisas en implementar medidas suficientes y eficaces para prevenir las amenazas para la supervivencia de esta especie.
Acusan de que nunca se atendieron las recomendaciones del Programa de Acción para la Conservación de la Especie vaquita (PACE vaquita), que estimaba que máximo para el año 2012 debían implementarse artes alternativas de pesca, ni las recomendaciones del Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita Marina (CIRVA), en el sentido de urgencia en la implementación de actividades económicas alternativas en las comunidades pesqueras afectadas; las prohibiciones totales de uso, fabricación y venta de redes de enmalle en tierra, para evitar que lleguen al mar; las prohibiciones no fueron eficientes pues dejaron huecos legales usados para capturar totoabas y, por lo tanto, la captura incidental de vaquitas.
Alejandro Olivera, del Centro para la Diversidad Biológica, afirma que el de la vaquita marina es el caso más emblemático, pero en México hay ya más de 50 especies perdidas y 2 mil 600 más se encuentran en riesgo, además de que suman ya 450 las que se encuentran en peligro de extinción, si no se actúa para conservarlas.
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