Este hallazgo tuvo lugar en el puerto de San Felipe, enclavado en el municipio de Mexicali, en el estado de Baja California, después de la realización de recorridos de vigilancia por parte de miembros de la PFM, detalló el organismo en un boletín.
Seguidamente, "personal de la Fiscalía General de la República (FGR) en Baja California aseguró una bolsa con 49 piezas de vejigas natatorias, consistentes en partes y/o productos de ejemplares de vida silvestre acuática", se aseguró en dicho comunicado.
Tras estas actuaciones, ahora son las autoridades judiciales las competentes para emprender las averiguaciones pertinentes con el fin de conocer las razones de la aparición de estos restos.
"Lo asegurado fue puesto a disposición del Ministerio Público Federal (MPF), quien integró una carpeta de investigación por la probable comisión de un delito ambiental", se confirmó por parte de la FGR.
La totoaba, también conocida como corvina blanca, es una especie de pez endémica del norte del Golfo de California, en territorio mexicano, cuyos ejemplares pueden llegar a medir 2 metros de largo y pesar hasta 150 kilogramos.
Actualmente, el referido animal se considera en riesgo de extinción y se encuentra incluido en la lista de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).
La mencionada especie tiene una alta demanda en diferentes países de Asia, como China, debido a su vejiga natatoria o buche, al que se le atribuyen diversas propiedades curativas y afrodisiacas, haciendo que se pague en el mercado negro entre 5 mil y 8 mil 500 dólares el kilo.
En este sentido, el tráfico de totoaba se realiza a través de varias rutas que conectan México y Estados Unidos con el continente asiático.
Asimismo, las redes de enmalle para la pesca de la totabas representan una de las mayores amenazas para la vaquita marina, la especie más pequeña de marsopa del mundo, también endémica de esta zona, y de la que se calcula que quedan una veintena de ejemplares.