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Iguaçu, el paraíso salvaje oculto entre seis hidroeléctricas

Iguaçu, el paraíso salvaje oculto entre seis hidroeléctricas

Desde que nace en la ciudad de Curitiba, en el sur de Brasil, las aguas el río Iguaçu recorren cerca de mil 300 kilómetros hasta dar origen a una de las siete nuevas maravillas del mundo, un trayecto que alberga seis hidroeléctricas y que esconde vida salvaje que sobrevive a la intervención humana.

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Cataratas de Iguaçu
Vista de las cataratas de Iguaçu, en Foz do Iguaçu (Brasil). Efe/Ana Chain
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Capanema (Brasil).- Aunque 170 kilómetros del río Iguaçu forman parte del preservado Parque Nacional do Iguaçu -agua grande en tupiguaraní-, la interferencia humana en su curso es alta.

Pese a contar con seis hidroeléctricas, la última de ellas inaugurada el pasado mayo por el presidente de la española Iberdrola, Ignacio Galán, es el uso desordenado de sus recursos lo que más afecta la calidad del agua, que sufre sobre todo los efectos de las actividades agropecuarias y de la minería.

Asimismo, más de 80 especies de mamíferos, 90 de peces y 300 de pájaros habitan la zona, que cuenta con un gran potencial para convertirse en un popular destino para el ecoturismo -tanto para Brasil como para Argentina- y más allá de las Cataratas de Iguazú.

Las famosas cataratas reciben cerca de dos millones de visitantes al año, solo en el lado brasileño.

Paseos en barco y senderismo son algunas de las opciones que se ofrecen a los turistas que desean subir el río más largo del estado de Paraná para descubrir qué esconden sus aguas, todavía calmas y silenciosas, que no dan una sola pista de toda la fuerza y exuberancia que ganarán cuando encuentren caídas de hasta 82 metros de altura.

Al final de su curso, estas aguas alcanzan una velocidad de casi siete metros por segundo, seis veces superior a la media de un río común, con fuerza suficiente para arrastrar una piedra de diez toneladas.

La exagerada belleza de las cascadas gigantes que se encuentran en la frontera entre Brasil y Argentina impresiona, pero la sencillez y la tranquilidad del río que les da origen también.

Por eso, la empresa Macuco Safari, que ofrece distintas actividades en la Cataratas desde hace 30 años, decidió el pasado febrero empezar a operar de forma permanente en la ciudad de Capanema, a unos 90 kilómetros (por el río) de Foz do Iguaçu.

"En Capanema tenemos los senderos seguidos de cascadas, como el sendero Silva Jardin, que es fantástico, con una cascada de cincuenta metros de extensión y ocho de altura. Son cuatro kilómetros de senderos", explicó el gerente comercial de la empresa, Cleverson Teixeira.

Sobre los atractivos de Capanema, que incluyen un total de seis senderos y paseos en barco, destacó la Isla del Sol, que se queda en "el corazón" del parque nacional, que cuenta con una superficie total de unos mil 700 kilómetros cuadrados repletos de animales como agutíes, carpinchos, coatíes y hasta jaguares.

"Capanema tiene un gran potencial porque es la 'Capital de lo orgánico'. Hay muchas cosas para hacer", añadió Teixeira, quien afirmó que su empresa está tramitando una autorización para actuar también en las orillas argentinas del río.

El experto dijo que en los primeros tres meses de funcionamiento recibieron a cerca de 2 mil visitantes interesados en el ecoturismo, que tiene por detrás también una filosofía de concienciación sobre la importancia de la preservación ambiental, fundamental para la fase de recuperación por la que pasa el río.

"La población se está concienciando, no están tirando basura ni vertiendo residuos. Llevamos a cabo recientemente una acción ecológica que fue muy positiva", contó.

De hecho, desde 2016 se realiza en el estado de Paraná un trabajo de revitalización previsto por una ley promulgada por el exgobernador Beto Richa.

Respecto a la gran cantidad de hidroeléctricas que colman el curso del Iguaçu, Teixeira sostuvo que estas no perjudican la vida salvaje local y que constituyen un atractivo turístico más para la región.

Una de ellas es Baixo Iguaçu, perteneciente a Neoenergia -subsidiaria de Iberdrola en Brasil-, que lleva a cabo un importante trabajo de preservación.

En ese sentido, el presidente del Consorcio Baixo Iguaçu, José de Anchieta, afirmó que por el estilo de construcción el reservorio de su hidroeléctrica -la más cercana a las Cataratas de las seis en el río- "no inunda" una gran área y subrayó la preocupación por el medioambiente y por el desarrollo turístico.

"Nosotros somos la última (hidroeléctrica) de la cascada, entonces lo que tenemos que verter y que va a llegar hasta las Cataratas son como mínimo 350 o 400 metros cúbicos. Con eso, incluso en los períodos de sequía se garantiza que la belleza escénica (de las Cataratas) no será afectada", anotó.

Baixo Iguaçu fue la única a crear un corredor de la biodiversidad, pensado con "una mirada social con más criterio y un trabajo de preservación permanente en la región.

"Además de generar energía con sustentabilidad, también generamos una ganancia para el recurso de belleza escénica y turismo en la región", agregó.

Según Anchieta, las demás hidroeléctricas también tienen sus contribuciones, pero Baixo Iguaçu fue la única a crear un corredor de la biodiversidad, pensado con "una mirada social con más criterio y un trabajo de preservación permanente en la región" para mantener la fauna y flora "siempre en buen estado".

En concreto, el corredor verde conecta la unidad de preservación local con fragmentos aislados de vegetación, creando una zona de tránsito para los animales y promoviendo el retorno de especies que venían siendo raras.

Así, en medio a los daños causados por la intervención humana y los beneficios de acciones con el objetivo de reparar estos problemas, el río Iguaçu mantiene su curso lleno de vida salvaje y sorpresas, a espera de quien lo quiera disfrutar de manera responsable.

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