Medellín.- "Saludable para el cuerpo, amigable con el medioambiente" es la filosofía de una ingeniera de alimentos colombiana que propone una alimentación con productos nutritivos empacados en recipientes compostables y biodegradables.
La inspiración para esta iniciativa parte del concepto "consumo consciente" que Bibiana Calle llevó a otro nivel cuando desarrolló "Good Bites", una empresa de snacks saludables y portables que, además ofrecer avenas proteicas, 'smoothies' (batidos de fruta) y yogurt griego, apostó por la tendencia eco-friendly.
"Queremos que el consumo sea consciente en todos los sentidos", expresó Calle para ilustrar que cuidar al cuerpo y la buena alimentación no riñe con el propósito de proteger el planeta.
Productos como las avenas personales, que encajan en las dietas balanceadas de personas del común o deportistas, al incluir ingredientes como frutas, semillas de chía y proteína, son empacados en "tarrinas compostables" elaboradas en almidón de maíz que en 45 días se convierten en compost o abono orgánico tras cumplir un proceso.
"Ahora hay una gran oferta de productos saludables, y eso también demanda un consumo elevado de empaques porque las personas quieren que todo sea práctico, nutritivo y fácil de llevar", comentó.
Hace un año empezó la transición hacia ese tipo de envolturas y envases amigables con el medioambiente, para luego utilizar también etiquetas elaboradas con material reciclado y bolsas con un porcentaje de papel biodegradable.
"La idea es ser coherentes con lo que nosotros queremos reflejar, ayudar a la naturaleza con materiales que no contaminen", explicó.
Antes de darle un guiño al planeta, "Good Bites" nació hace seis años en Medellín con el propósito de cuidar al cuerpo, como "el templo del alma", a través de una alimentación con consciencia que genere bienestar.
El proceso comenzó en el apartamento de Bibiana Calle, quien después de sus entrenamientos en el gimnasio no tenía la disposición para realizar una preparación compleja que cumpliera con las necesidades nutricionales para recuperarse luego de una intensa actividad física.
"No me gustaba mucho cocinar y me daba pereza hacer algo complicado", contó la emprendedora, a quien una mala alimentación hizo vulnerable su organismo hasta el punto que una infección pulmonar la puso en riesgo por nueve meses.
"No comía bien, me estaba matando", soltó como reflexión, la misma que la llevó a idear batidos de fruta con proteína (suplemento en polvo) que más adelante se convertiría en un emprendimiento exitoso.
Empezó por comprar frutas para lavarlas, trocearlas y guardarlas porcionadas en el congelador de su casa para realizar 'smoothies' que además de refrescar cumplían con requerimientos nutricionales, lo que hizo atractivo y empezó a ser solicitados por sus amigos.
La profesional en alimentos explicó que el batido que desarrolló representa un consumo de 25 % de proteína, lo que genera satisfacción y provee nutrientes, características atractiva para deportistas o personas que estén en un régimen para perder peso.
Por una "necesidad personal", Calle creó los 'smoothies', el primer producto que distribuyó, pero después llegó yogurt griego con la idea de entrar en los supermercados, en un momento en el que esa bebida láctea era "el boom" por su valor nutricional y bajos niveles de grasa.
Ese producto, que antecedió a la fabricación de avenas, le abrió la puerta de mercados saludables, de panaderías artesanales, ferias como Expofitness y restaurantes gourmets que utilizan su yogurt para vinagretas saludables.
Esta empresa colombiana, que cuenta con la asesoría de la Corporación Interactuar y funciona bajo el modelo de maquilas, con pequeños empresarios que se encargan de elaborar cada una de las líneas saludables que diseña Calle, distribuye sus productos en ciudades como Bucaramanga, Bogotá, Barranquilla, Arauca y Cali, además de empezar a probar la respuesta de consumidores de Aruba y Estados Unidos.
Ahora, trabaja en el desarrollo de tres tipos de granolas y de chocolates con colágeno, proteína y veganos, que también cuenta con el concepto de equilibrio con "una imagen que representa lo saludable y también lo amigable con el medioambiente", el propósito de los "buenos bocados" con los que Calle espera continuar enviando un mensaje de coherencia.