Iniciativa Climática de México realizó el séptimo conversatorio virtual de su serie "Tu Vida Cotidiana y el Cambio Climático", titulado "Cambios en la dieta por el futuro del planeta". Esta entrega destacó la relación entre nuestras elecciones alimentarias y su impacto ambiental, y cómo podemos ser agentes activos de cambio a través de lo que comemos. El conversatorio contó con la participación especial de Lucio Usobiaga Hegewisch, fundador y director general de Arca Tierra, proyecto de agricultura orgánica y regenerativa que impulsa el comercio justo y sostenible de alimentos frescos.
Lucio Usobiaga, conocido por su profundo conocimiento en agricultura orgánica y agroecología, compartió sus experiencias y conocimientos sobre cómo las prácticas alimentarias pueden contribuir a reducir la degradación de los suelos y a su regeneración.
"Por un lado tenemos una agricultura campesina, una agroecología como se le dice últimamente, que nos da alimentos nutritivos, ricos, sanos, que cuida de la tierra, que cuida a las personas que producen y, por otro lado, tenemos una agroindustria que, en su mayoría, es muy demandante en energía, pues necesita muchos insumos, trabaja con monocultivos, erosionando y reduciendo la biodiversidad", comentó Usobiaga, al enfatizar la relevancia de adoptar prácticas agrícolas sostenibles para el futuro del planeta.
Mariana Díaz, líder del proyecto Contribución Determinada a Nivel Nacional desde la Sociedad Civil de ICM en el que se enmarca esta serie de conversatorios, comentó que la producción de alimentos representa más de una cuarta parte (26%) de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. "El sector agroalimentario emite más de la cuarta parte de las emisiones de CO2 y de metano, que es el gas que más calienta al planeta", indicó la experta y señaló que esta es una de muchas razones por las que es indispensable repensar nuestros hábitos de consumo vinculadas a lo que llega a nuestra mesa.
Usobiaga detalló la importancia de la agroecología y la recuperación de técnicas ancestrales como las chinampas, que no solo son sostenibles sino también regenerativas para la tierra; prácticas que ya están en funcionamiento con su proyecto Arca Tierra y en apoyo a productores de zonas como Xochimilco, Tlalpan, Milpa Alta y en comunidades de estados como Puebla e Hidalgo.
"Los alimentos agroecológicos apoyan a agricultores campesinos, cuidan el medio ambiente de verdad y, en muchos casos mitigan o revierten el cambio climático", señaló.
Asimismo, sugirió que como consumidores podemos llevar a cabo varias acciones prácticas como comprar productos locales y orgánicos, y reducir el consumo de carne y productos lácteos. Además, visitar mercados orgánicos para aprovechar frutas y verduras de temporada en cuyo cultivo no se usan agroquímicos y -por lo general- son proyectos familiares relacionados con la agricultura más sostenible.