Con el objetivo de proteger el patrimonio biocultural y la diversidad agrícola de la erosión cultural, la privatización genética y el avance de los transgénicos, campesinos y productores de los pueblos originarios del Suelo de Conservación de la Ciudad de México inauguró la "Casa de Semillas Toxinachcal", el primer banco de semillas agrícolas de la capital.
En un acto sin precedentes, también se presentaron a los 213 guardianes de semillas nativas. Esta iniciativa es parte de la reestructuración del campo de la ciudad y del nuevo Centro para la Preservación de la Biodiversidad de la Ciudad de México, impulsado por la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural (Corenadr).
La Casa de Semillas Toxinachcal representa más que una iniciativa gubernamental; es un proyecto vivo, articulado con los pueblos y núcleos agrarios de la ciudad a través de una red de más de 200 Comunidades de Aprendizaje Campesino (CAC) creadas en esta administración, con la participación de aproximadamente 9,400 productores rurales. Cada CAC cuenta con cuatro figuras clave: el Doctor de Suelos, el Doctor de Cultivo, el Guardián de Semillas y el Promotor Agroecológico; este último actúa como enlace entre la célula campesina y un equipo multidisciplinario de técnicos sociales, productivos y expertos en restauración agroecológica, brindando apoyo y asesoramiento a cada CAC.
Durante el evento, la directora general de la Corenadr, Ing. Columba Jazmín López Gutiérrez, destacó que “La casa de semillas Toxinachcal evidencia el compromiso de este gobierno con la biodiversidad y agrobiodiversidad: es el rescate y la preservación de las semillas, la protección de los recursos fitogenéticos que son invaluables, lo que nos ha mantenido vivos en las grandes catástrofes; estamos fomentando la producción y el intercambio de semillas y saberes”.
La Casa de Semillas Toxinachcal está compuesta por un Laboratorio de Diagnóstico Molecular y un Banco de Germoplasma, cuyo objetivo es resguardar y restituir a los productores agrícolas el patrimonio genético legado por los pueblos prehispánicos. Este legado, erosionado por prácticas agrícolas como los monocultivos durante el periodo neoliberal, ha puesto en riesgo de extinción a cerca de 50 especies vegetales esenciales para los ecosistemas y la alimentación en la Ciudad de México. Toxinachcal también busca establecer vínculos con las casas comunitarias de semillas locales para fortalecer el patrimonio genético.
El banco alberga dos colecciones de semillas: una para uso inmediato, almacenada a cuatro grados, que permite a los campesinos depositar y retirar semillas para sus cultivos de manera continua, promoviendo la solidaridad y el acceso universal a las semillas; y otra para el futuro, conservada a menos 18 grados, que protege material genético con una vida útil de 90 años, destinada a proyectos futuros, sin transgénicos, para desarrollar semillas más productivas, resistentes al estrés hídrico y adaptadas al cambio climático.
Actualmente, el banco protege 2,233 accesiones de semillas de cultivos nativos como maíz, amaranto, frijol, haba, romerito, chile, cempasúchil, huauzontle y calabaza. La casa de semillas también dispone de un Laboratorio de Diagnóstico Molecular que utiliza técnicas de biología molecular para la detección de transgénicos, y hasta la fecha, se han analizado 1,500 muestras para detectar secuencias específicas de Organismos Genéticamente Modificados (OGM), como el promotor P35s y otros elementos.
Al evento asistieron la Dra. Marina Robles García, Secretaria del Medio Ambiente de la Ciudad de México, Lina Pohl Alfaro, Representante de la FAO en México; Adelita San Vicente Tello, directora general de Recursos Naturales y Bioseguridad en la SEMARNAT; Berenice Hernández Calderón, alcaldesa de Tláhuac y representantes de los Núcleos Agrarios de la Ciudad de México.