Seúl.- En el mayor encuentro mundial sobre los bosques se ha aprobado una declaración en la que se definen las esferas prioritarias con potencial para dar lugar a un futuro verde, saludable y resiliente.
Con la Declaración de Seúl sobre los Bosques se puso fin a cinco días de deliberaciones en ocasión del XV Congreso Forestal Mundial, donde se hizo especial hincapié en cómo los bosques podían ayudar a luchar contra las múltiples crisis a las que se enfrentaba la humanidad, como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la degradación de la tierra, el hambre y la pobreza.
El encuentro, organizado conjuntamente por la República de Corea y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), atrajo a más de 15 mil participantes de más de 140 países, ya sea de forma presencial como en línea, a lo que fue el primer acto de este tipo desde el inicio de la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19).
“La Declaración de Seúl sobre los bosques envía el poderoso mensaje de que los bosques, las actividades forestales y las partes interesadas del sector forestal ofrecen soluciones importantes a los desafíos a los que se enfrenta el mundo en la actualidad, pero es necesario adoptar medidas ahora”, afirmó la Sra. Maria Helena Semedo, Directora General Adjunta de la FAO.
“Ahora debemos ampliar la voluntad política y aumentar las inversiones financieras y técnicas. La Declaración se sumará al sentido de urgencia para acelerar la adopción de medidas, fortalecer las asociaciones y mejorar la colaboración intersectorial.”
Esferas de acción prioritarias
En la Declaración de Seúl sobre los bosques se insta a que la responsabilidad de los bosques se comparta e integre entre instituciones, sectores y partes interesadas, subrayando que los bosques trascienden las fronteras políticas, sociales y ambientales y son esenciales para la biodiversidad y los ciclos del carbono, del agua y de la energía a escala mundial.
De acuerdo con la Declaración, es necesario triplicar la inversión en la restauración de bosques y paisajes a nivel mundial para 2030 con el fin de cumplir los compromisos y metas acordados internacionalmente en relación con la restauración de los suelos degradados.
Una de las principales conclusiones del Congreso fue la importancia de avanzar hacia una bioeconomía circular y la neutralidad respecto del clima. En la Declaración se solicitaron mecanismos innovadores de financiación verde con los que ampliar la escala de las inversiones destinadas a la conservación, restauración y utilización sostenible de los bosques, y se señaló el potencial de la madera producida de forma sostenible por ser un material renovable, reciclable y versátil.
En la Declaración se subrayó también que los bosques deben mantenerse sanos y productivos para reducir el riesgo de pandemias futuras y brindar otros beneficios esenciales para la salud física y mental del ser humano.
Por último, en la Declaración se instó a seguir desarrollando y utilizando nuevas tecnologías y mecanismos innovadores que permitan adoptar decisiones acerca de los bosques y el paisaje basadas en datos comprobados.
Inclusión y cooperación
Hace falta una estrecha cooperación entre los países para abordar los desafíos que trascienden las fronteras políticas. Esto se vio reforzado en el Congreso por la puesta en marcha de nuevas asociaciones, como el mecanismo Assuring the Future of Forests with Integrated Risk Management (AFFIRM), que vela por el futuro de los bosques mediante la gestión integrada de riesgos, y la iniciativa Sustaining an Abundance of Forest Ecosystems (SAFE), dirigida a sostener una abundancia de ecosistemas forestales.
Los participantes también convinieron en que las soluciones basadas en los bosques debían ser inclusivas respecto de las perspectivas de los agricultores familiares, los pequeños productores, las comunidades forestales, los pueblos indígenas, las mujeres y los jóvenes.
Los resultados del Congreso, entre los que también cabe mencionar la Declaración de los jóvenes sobre los bosques y el Llamamiento ministerial sobre la madera sostenible, se transmitirán a la próxima Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CLD), que se celebrará esta semana, así como a la Conferencia de las Partes en el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) y la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC) y a otros foros de importancia.
El Congreso Forestal Mundial se celebra cada seis años. Bajo el lema Construir un futuro verde, saludable y resiliente con los bosques, el acto de este año, organizado por la República de Corea con la colaboración de la FAO, fue el segundo congreso celebrado en Asia. Indonesia celebró el primer congreso en Asia en 1978.