Quito.- El Ministerio del Ambiente de Ecuador reveló una investigación en la que se destaca el potencial para un turismo sostenible en los sitios donde se han instalado saladeros para mamíferos en el Parque Nacional Yasuní, una selva protegida en la Amazonía ecuatoriana.
Esa cartera de Estado, en un comunicado, indicó que una investigación del Parque Nacional Yasuní y del Programa de Reparación Ambiental y Social del Ministerio reveló que los saladeros ubicados en la comunidad kichwa Añangu son frecuentados por mamíferos propios de la zona para alimentarse.
"Estos sitios podrían ser parte de los programas de turismo sostenible", precisó el estudio que ha sido publicado en la revista mexicana de mastozoología "Therya", especializada en el estudio de mamíferos a nivel mundial.
Agregó que los saladeros son áreas donde convergen varias especies de animales, entre ellos mamíferos, que frecuentan esos lugares para el consumo de agua y sal como suplemento mineral.
Para este estudio, se agregó en el informe del Ministerio, se identificaron tres saladeros naturales dentro de la comunidad Añangu, ubicada a orillas del Río Napo.
En ese lugar se han instalado tres estaciones de "cámaras trampa", con el objetivo de conocer las especies grandes y medianas que usan los saladeros y, a partir de los registros, "contrarrestar la información con datos de años anteriores que mostraban una disminución de la vida silvestre en la zona", añadió.
Tras 249 días de monitoreo se han obtenido 645 fotografías de varias especies que frecuentan los saladeros, entre las que se encuentran venados colorados (mazama zamora), pecarís de labio blanco (tayassu pecari), tapires amazónicos (tapirus terrestris) y pecarís de collar (pecari tajacu).
Asimismo, se han obtenido sólo una fotografía de otras especies como el oso hormiguero del oriente (tamandua tetradactyla), el mono capuchino blanco (cebus yuracus) y el guatín (myoprocta pratti).
Además, la investigación señaló que los sitios donde se han colocado los saladeros podrían servir para la caza de subsistencia de las comunidades originarias que habitan la zona e incluso para "visitas turísticas de observación de fauna silvestre, siempre y cuando haya el uso adecuado de los mismos".
Por ello, el Ministerio del Ambiente ha hecho una invitación a la ciudadanía a elaborar nuevos proyectos de investigación y también a visitar los emprendimientos turísticos de la Amazonía, con el objetivo de ayudar a la mitigación del tráfico de vida silvestre y la cacería.
El Parque Nacional Yasuní, de casi un millón de hectáreas, es una de las más importantes reservas de la biósfera del mundo y hábitat de dos pueblos indígenas en aislamiento: Los Tagaeri y los Taromenane.
En 2007, el Gobierno del expresidente Rafael Correa propuso no explotar las reservas petroleras que se encuentran bajo el Yasuní, a cambio de una compensación económica por parte de la comunidad internacional.
Sin embargo, su propuesta no prosperó y en 2014 inició la explotación de crudo en el eje conocido como Ishpingo, Tambococha y Tiputiuni (ITT), en un vértice del Yasuní, bajo el criterio de hacerlo con el mayor cuidado ambiental posible y el uso de tecnología de punta para minimizar el impacto de la actividad.