En el marco del Día Mundial del Turismo 2023, celebrado el 27 de septiembre, la Organización Mundial del Turismo (OMT) ha expresado que es importante cambiar la manera en la que se invierte en esta actividad, pues existe una necesidad urgente de apostar por soluciones centradas en el planeta con infraestructuras sostenibles y proyectos que aceleren la transformación verde, así como en la educación de las personas y en la prosperidad con innovación y tecnología.
Según cifras de una investigación publicada en la revista Estudios y Perspectivas en Turismo, en algunas zonas turísticas de México, se estima que el consumo de agua por persona es de 300 litros diarios. Esto podría indicar la alta demanda de este recurso por parte de la industria hotelera en el país, por lo que es fundamental tomar medidas para su mejor aprovechamiento.
Aguas residuales y turismo sostenible
El tratamiento de aguas residuales es un proceso que limpia y permite la reincorporación de este recurso a los mantos acuíferos o a los sistemas de agua potable. Así, teniendo en cuenta la cantidad de agua utilizada por los hoteles (en albercas, spa, alimentos, tinas, regaderas), las plantas de tratamiento se han convertido en un pilar fundamental para impulsar la sostenibilidad y la responsabilidad ambiental en el sector, así como para combatir el desperdicio de agua y hacerle frente a su escasez.
Las aguas residuales no tratadas contienen contaminantes y sustancias nocivas que pueden tener un impacto devastador en los ecosistemas acuáticos y en la salud pública. El Foro Consultivo, Científico y Tecnológico (FCCyT) ha reportado que los costos por la contaminación del agua en México se estiman en 57 mil millones de pesos, mientras que los de los daños ambientales asociados asciende a 900 mil millones anuales. De esta manera, la implementación de plantas de tratamiento de aguas residuales en la industria hotelera presenta numerosos beneficios:
Protección del medio ambiente: Un tratamiento adecuado asegura que las aguas residuales sean purificadas antes de ser liberadas al medio ambiente, reduciendo así el daño a la flora y fauna locales.
Reducción de la contaminación: El tratamiento adecuado de las aguas residuales generadas por el turismo evita la contaminación de ríos, lagos y océanos. Esto es esencial para mantener la salud de los ecosistemas acuáticos y proteger la biodiversidad.
Conservación de recursos hídricos: Tratar el agua de manera eficiente y reducir el consumo innecesario ayuda a conservar los recursos hídricos locales. Las plantas de tratamiento de aguas residuales permiten que los hoteles reciclen y reutilicen el agua, reduciendo significativamente su dependencia de otras fuentes.
Cumplimiento normativo: Las regulaciones ambientales cada vez son más estrictas y exigen que los hoteles gestionen sus aguas residuales de manera responsable. Las plantas de tratamiento les permiten cumplir con estas normativas y evitar sanciones legales.
Desarrollo de infraestructura sostenible: La inversión en sistemas de tratamiento de agua eficientes y sostenibles puede mejorar la infraestructura básica en comunidades locales. Esto no solo beneficia a los residentes, sino que también proporciona servicios confiables a los turistas.
Turismo sostenible: Este tipo de turismo busca minimizar su impacto negativo en el medio ambiente, la cultura y la economía de un destino, mientras maximiza los beneficios para las comunidades locales y promueve la conservación de los recursos naturales. Por ello, adoptar prácticas de tratamiento de aguas residuales no solo es una muestra de compromiso ambiental, sino que también fortalece la imagen de los hoteles como destinos turísticos responsables y sostenibles.
Por todo lo anterior, los expertos de Rotoplas Servicios de Agua recomiendan a todos los actores de la industria hotelera priorizar la implementación de sistemas de tratamiento de aguas residuales como parte integral de su compromiso con la sostenibilidad, ya que este tipo alternativas ofrecen tecnológicas para un mejor aprovechamiento de este recurso a través de un tratamiento adecuado y acondicionamiento.
Es importante recordar que nuestras decisiones y prácticas actuales moldean el futuro de las personas, de los destinos turísticos y del planeta.