Una de las estrategias más accesibles y sencillas que todas las personas podemos desarrollar para reducir la generación de residuos es la Regla de las 3R (Reduce, Reutiliza, Recicla).
No es una moda, es una conducta que debe formar parte de nuestros hábitos de vida porque es la mejor manera de convivir en un ambiente de respeto a nosotros mismos, a las personas que nos rodean y al planeta.
Fue en la Cumbre del G8 en 2004 (reunión de países desarrollados para tratar temas de interés global) cuando se presentó esta iniciativa como una sugerencia sobre los hábitos de consumo y el manejo de los residuos que se producen todos los días en los hogares y en las industrias.
Un año después, en 2005, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) proclamó el 17 de mayo como Día Mundial del Reciclaje, con el objetivo de crear conciencia y promover el reciclaje de todo tipo de residuos, reducir los volúmenes de desechos generados y reutilizar los materiales para minimizar la huella ecológica de carbono, con miras a mitigar el cambio climático y así proteger el medio ambiente.
Han transcurrido casi 20 años desde que se pensó en emprender una acción global y a la fecha la información que se difunde sobre reciclaje no resulta alentadora. El plástico sigue siendo uno de los insumos más polémicos por su impacto contaminante, aun cuando es alto su potencial de reciclaje.
De acuerdo con un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) dado a conocer en 2022, menos del 10% de los desechos plásticos generados a nivel mundial se reciclan cada año.
El documento señala que en 2020 la crisis de la COVID-19 provocó un descenso del 2.2% en el uso de plástico al desacelerarse la actividad económica, pero el aumento de la basura, los envases de comida para llevar y los equipos médicos de plástico, como las mascarillas, elevó su consumo. Y al reanudarse la actividad económica en 2021 el consumo de plásticos volvió a repuntar.
Y conforme crece la población lo hace también la generación de plásticos, que representan un factor de alta contaminación, principalmente en los mares y océanos del planeta, provocando la muerte de fauna marina y deteriorando la salud humana y los ecosistemas.