La biodiversidad marina es el sustento de un océano y planeta saludables. Sin embargo, esta biodiversidad sufre un rápido declive: se estima que alrededor de un tercio de los mamíferos marinos, de los tiburones y sus parientes, y de los corales formadores de arrecifes están en peligro de extinción. La pérdida de estas especies vaticina problemas, no sólo para la productividad global y la resiliencia del planeta, sino también en los niveles nacional y local.
En México, así como en el planeta, esta problemática es muy evidente. Como país megadiverso (que alberga entre el 10% y el 12% de las especies del mundo) tiene mucho que perder. El costo de la degradación ambiental y del agotamiento de los recursos naturales tiene un impacto significativo, tan sólo en 2019, el Instituto Nacional de Geografía y Estadística de México (INEGI) informó que las pérdidas ambientales ascendieron al 4.5% del Producto Interno Bruto (PIB), el equivalente a aproximadamente un billón 96 mil 970 millones de pesos.
Esta cifra significa la pérdida de recursos naturales como poblaciones de peces, invertebrados y macroalgas de las que dependen las comunidades costeras como fuente de alimento y sustento, la degradación de ecosistemas que son clave para el turismo, así como el declive de ecosistemas costeros que fungen como infraestructura natural que protege las costas.
Para abordar este declive y los impactos asociados a él, los líderes mundiales se reunieron para la 15 ª reunión de la Conferencia de las Partes (COP15) del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), en Montreal, Canadá. Los países tratarán de acordar un Marco Global de Biodiversidad (GBF, por sus siglas en inglés) posterior a 2020. Dado que objetivos anteriores para proteger la naturaleza no se cumplieron, la presión para que esta Conferencia logre un aumento en la ambición, la inversión y el progreso para abordar la crisis de la biodiversidad es alta. Muchos actores piden a los líderes que lleguen a un “Acuerdo de París por la naturaleza".
Acción oceánica sostenible y el Marco Global de Biodiversidad Post-2020
Algunos países ya realizan avances en algunas de las metas establecidas en el Marco Global de Biodiversidad Post-2020. Como miembro del Panel de Alto Nivel para una Economía Oceánica Sostenible (Panel Oceánico), México trabaja para lograr una economía oceánica sostenible que catalice una acción integral sobre los factores de estrés globales y locales que contribuyen a esta disminución de la biodiversidad, como el cambio climático y la sobrepesca. La acción colectiva es fundamental para detener la pérdida de biodiversidad y mantener los beneficios que brinda un océano saludable.
El objetivo compartido de los países que pertenecen al Panel Oceánico, de gestionar de manera sostenible el 100% del área oceánica bajo sus jurisdicciones nacionales, se correlaciona directamente con el Marco Global de Biodiversidad Post-2020. Un análisis reciente muestra que la consecución de la agenda del Panel Oceánico, Transformations, lograría el 85% de los objetivos actuales de la COP15 para el 2030. Esto demuestra la alineación de la acción en pos de una economía oceánica sostenible como acción para la biodiversidad, el desarrollo sostenible y la lucha contra el cambio climático.
La acción en México
En México se realizan esfuerzos para cumplir con los compromisos que se alinean con el Marco Global de Biodiversidad Post-2020, así como con la agenda del Panel Oceánico con el objetivo '30x30', en el que los países se comprometen a proteger el 30% de las áreas oceánicas y terrestres para el 2030. Con el apoyo del fondo PROBLUE del Banco Mundial y coordinado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, se realizan esfuerzos para identificar otras medidas efectivas de conservación basadas en áreas costeras y marinas para contribuir a este objetivo y complementar de manera integral las metas propuestas del nuevo Marco Global. El país cuenta con un buen avance con el 22% de las aguas nacionales ya decretadas como Áreas Marinas Protegidas (AMP).
México también ha logrado avances con la iniciativa Kuxatur, coordinado por la Secretaría de Turismo (Turismo vivo, en maya). Este proyecto reconoce que los ecosistemas saludables y vibrantes son la base de una industria turística próspera e incorpora criterios ambientales, económicos y sociales en los instrumentos de gestión del turismo para fortalecer los destinos turísticos sostenibles y basados en la naturaleza. Los indicadores de éxito utilizados en el proyecto Kuxatur son: cobertura de coral vivo, cobertura de algas marinas, abundancia de peces y riqueza de especies de peces y corales.
El monitoreo de pastos marinos es particularmente relevante para evaluar los beneficios colaterales generados por una mejor gestión de los ecosistemas de carbono azul que secuestran y almacenan CO2. Este proyecto tiene el potencial de convertirse en una política pública a largo plazo que promueva el turismo amigable con la biodiversidad y, al alentar la participación activa de las autoridades locales y las comunidades, se pueden lograr cambios duraderos. Este cambio puede tener un impacto transformador en todos los sectores de la sociedad y puede sentar las bases para una industria turística sustentable en México.
Por otro lado, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, con el apoyo financiero de la Agencia Francesa de Desarrollo, y acompañamiento de la Secretaría de Relaciones Exteriores, arranca el proyecto para la Gestión Sostenible de los Mares Mexicanos para garantizar la autosuficiencia alimentaria, resiliencia y bienestar las comunidades en México, que será ejecutado en los próximos cinco años. proyecto es generar un proceso de cambio en la política nacional para impulsar la transformación y gestión sostenible de los sistemas pesqueros y acuícolas, contribuir a la autosuficiencia alimentaria y el bienestar de los pescadores ribereños, y reducir su vulnerabilidad ante el cambio climático.
Debe resaltar que los esfuerzos anteriores se desprenden de la formulación, y reciente publicación, de la Estrategia de Instrumentación para una Economía Oceánica Sostenible en México 2021- 2024 (EIEOS 2021- 2024); la cual sienta las bases nacionales para transitar, mediante la implementación acciones prioritarias, hacia una visión de una economía oceánica sostenible efectiva para el país.
Promoción de la acción oceánica integral
A pesar de los avances de México en la implementación de iniciativas que ayudan a abordar la pérdida de biodiversidad, es necesaria una acción urgente a nivel mundial para salvaguardar los entornos y procesos naturales que benefician a las personas y al planeta. Únicamente a través de un multilateralismo eficaz lograremos combatir de manera efectiva los efectos adversos que traen consigo estas problemáticas globales.
Si se gestiona de manera sostenible y equitativa, el océano puede ayudar a resolver algunos de los mayores desafíos del mundo. Los países deben reflejar estos pasos dados por México y actuar urgentemente para alejarse decididamente de la manera habitual de hacer las cosas, y transitar hacia una economía oceánica sostenible que ayude a abordar simultáneamente el cambio climático, el desarrollo sostenible y la pérdida de biodiversidad, al tiempo que proporciona beneficios para las personas, la naturaleza y la economía.