Quito.- El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) instó a la Organización Mundial del Comercio (OMC) a alcanzar un consenso global que elimine los subsidios pesqueros nocivos que promueven la sobrepesca.
"Creemos que no hay tiempo que perder, la OMC debe poner fin a los subsidios dañinos que financian este círculo vicioso de la sobrepesca, que amenaza la salud y los medios de vida de los océanos y la seguridad alimentaria del planeta", manifestó el líder regional de la Práctica de Océanos en Latinoamérica y director de WWF-Ecuador, Tarsicio Granizo.
Cumbre crucial
La directora general de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala, convocó para el 15 de julio una cumbre ministerial en la que ha fijado como prioridad lograr que los 164 miembros de la Organización se pongan de acuerdo en acabar con esos subsidios pesqueros perjudiciales para el medioambiente.
Se trata de aquellas ayudas que otorgan los estados o empresas privadas a la industria pesquera, que según Granizo, "en lugar de beneficiar una pesca sostenible, lo que hacen es promover la sobrepesca".
Para ello, consideró que se deben sentar en la mesa aquellos países que tienen una tradición pesquera "no muy sostenible" y que gozan de una práctica ampliamente subsidiada por el Estado, como es el caso de China, entre muchos otros.
"Los gobiernos del mundo entero no han cumplido con el mandato de la XI Conferencia Ministerial de la OMC de 2017, ni con el ODS 14.6 de frenar el dinero público que apoya la sobrepesca que degrada los océanos", lamentó el directivo regional de WWF.
En esa Conferencia Ministerial de Buenos Aires celebrada hace cuatro años, los miembros del organismo internacional asumieron poner coto a las ayudas a la pesca, mientras que el Objetivo de Desarrollo Sostenible de la ONU buscaba conservar la vida en los océanos mediante la eliminación de ese tipo de subsidios dañinos antes de que concluyera 2020.
Algo que ha quedado en papel mojado y que pone a prueba, según Granizo, la propia "legitimidad de la OMC como organismo multilateral".
Y es que a día de hoy, el 94% de las poblaciones de peces se encuentran aprovechadas al máximo o sobreexplotadas en los océanos, en parte, debido a los subsidios pesqueros nocivos que en 2019 ascendieron a 22 mil millones de dólares, denuncia WWF.
Campaña regional
A fin de concienciar a la población y alertar a los tomadores de decisiones, las oficinas de la ONG medioambiental en Latinoamérica han lanzado la campaña #ApoyemosLaBuenaPesca, con la que pretende subrayar la necesidad de exigir a los gobiernos que reorienten sus apoyos a pesquerías y opten en su lugar por subsidios beneficiosos.
"Se trata de tener todo un manejo pesquero que vaya desde la captura hasta la mesa, que haya trazabilidad para que el consumidor pueda saber que el pescado que está comiendo proviene de una pesca sostenible y respeta los temas ambientales y sociales", valoró el representante de WWF.
Con importantes industrias pesqueras en el subcontinente americano y gobiernos que también subsidian de forma perjudicial, Granizo explica que las flotas pesqueras están cada vez más interesadas en certificar sus productos para colocarlos de mejor manera en los mercados estadounidense y europeo, aunque no sea por razones netamente medioambientales.
En ese sentido, defendió que se debe aprovechar ese impulso para garantizar la sostenibilidad en el sector a través de un paquete de medidas como el intercambio de experiencias en buenas artes de pesca, que contemple la especialización de los anzuelos y el reciclaje de redes, nuevas normativas, y concienciar al consumidor.
Nuevos criterios de sostenibilidad
WWF espera una decisión de consenso que acabe con los subsidios nocivos para lograr una recuperación gradual de los stocks pesqueros y que se destinen los fondos a apoyar la pesca en los sectores más vulnerables.
También exhorta a otras instancias internacionales a "definir criterios de sostenibilidad en la pesca, más allá de las fronteras jurisdiccionales".
Como muestra, pone la situación en torno a las Islas Galápagos, a donde esta semana han llegado pesqueros chinos a los aledaños del límite de la Zona Económica Exclusiva (ZEE), denuncian organizaciones ambientalistas locales.
"Galápagos es un semillero de peces, por eso van a pescar las grandes flotas", afirma Granizo, partidario de que haya pesca, pero que se aproveche de forma sustentable para acabar con "la práctica perversa para la biodiversidad marina" de los subsidios dañinos.