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La flor de Nochebuena, un ícono cultural de la Navidad

La flor de Nochebuena, un ícono cultural de la Navidad

La flor de nochebuena es de alta resistencia a las bajas temperaturas propias de la época invernal, y se le conoce popularmente como Flor de Pascua, Estrella Capital, Flor de Navidad y Pastora, entre muchas otras denominaciones.

El nombre original de la resplandeciente flor en náhuatl es “Cuetlaxochitl”, que significa “flor que se marchita” cuyas referencias más antiguas se encuentran en antiguos códices mexicanos.

Para que la mayoría de las poblaciones de la flor se desarrollen de forma óptima requieren sombra, debido a que el sol las seca; un rasgo que se puede relacionar con nombre, ya que se seca fácilmente al estar expuesta al sol directo.

Hay evidencias de que en la época prehispánica la flor se usaba en los ceremoniales y se otorgaba como trofeo; además, los tlatoanis la cultivaban en sus jardines. La asociación con el rojo se debe a que este color posee una connotación de poder profundamente arraigada en la cultura mesoamericana.

La flor de Nochebuena crece de manera natural, en bosques tropicales sub caducifolios, principalmente, aunque se puede encontrar en selva húmeda o en bosques de galería como los de Guerrero y Morelos.

También se conoce como Flor de Navidad, Estrella de Navidad, Santa Catalina, Flor de Pascua y Flor de Fuego. Este es uno de los productos de mayor importancia en el ramo de las plantas ornamentales en nuestro país.

Entre los meses de noviembre y diciembre los invernaderos que se dedican al cultivo de la nochebuena comienzan a pintarse de rojo para cubrir la demanda de los mercados de México.

En México se producen más de 30 variedades de esta flor, de las cuales el 90 por ciento, tanto en producción como en consumo, corresponde a la tradicional roja, el cinco por ciento a la blanca o amarilla, y el resto es rosa, rayada y marmoleada.

Pero hay quienes cifran en más de 100 las variedades de Nochebuena, y son los estados de Guerrero y Morelos los que sobresalen por la producción comercial de la misma, que se ha elevado notablemente mediante el cultivo en invernadero con riego tecnificado, fertilización, control de la temperatura y humedad, luminosidad, reguladores de crecimiento, poda y control de plagas y enfermedades, tanto para el consumo nacional como para la exportación, ya que se obtienen flores de muy alta calidad.

La producción de flor de Nochebuena a nivel nacional cerró con 3.7 millones de plantas con valor de producción de 668 millones 543 mil pesos y una superficie sembrada de 257 hectáreas, de acuerdo con datos del SIAP.

Productores y comercializadores de la Ciudad de México, Morelos, Puebla, Jalisco, Estado de México, Michoacán y Oaxaca, entre otras entidades, garantizaron el abasto nacional de las distintas variedades de flor de Nochebuena para las celebraciones de fin de año.

Los municipios y la alcaldía líderes en producción son Xochimilco (Ciudad de México), con dos millones 727 mil plantas; Cuernavaca (Morelos), dos millones 532 mil plantas; Atlixco (Puebla), dos millones 400 mil plantas; Tlajomulco de Zúñiga (Jalisco), un millón 438 mil plantas, y Yautepec (Morelos), con un millón 391 plantas.

Este año no dejes de adornar tu casa con la flor de nochebuena, la cual es una flor identitaria de México que simboliza la navidad.

La nochebuena, es una planta de sombra, por lo que embellece todos los espacios dentro de las casas y en general de cualquier lugar sombreado, durante la temporada navideña.

Euphorbia pulcherrima es de alta resistencia a las bajas temperaturas propias de la época invernal, y se le conoce popularmente como Flor de Pascua, Estrella Capital, Flor de Navidad y Pastora, entre muchas otras denominaciones.

El arbusto mexicano que da la flor de Pascua fue domesticado por los pueblos originarios de México y aún en la actualidad crece en forma silvestre en los bosques tropicales secos del Pacífico mexicano, desde Sinaloa hasta Chiapas, incluso hasta Guatemala, y su área ancestral se encontró en el norte de Guerrero.

Las especies silvestres de cuetlaxóchitl son menos ramificadas, con brácteas (hojas que son consideradas pétalos) petaloides angostas y menos brillantes e inflorescencias con menor número de flores, pero los floricultores mexicanos han logrado nuevos tonos y variedades: rojas, amarillas, rosas, salmón, blancas y jaspeadas, y algunas con hojas adicionales, e incluso con flecos en los bordes.

Cuetlaxóchitl fue llevada a Estados Unidos en 1829 por el entonces embajador estadounidense Joel Roberts Poinsett, por lo que en ese país es conocida como poinsettia. El diplomático recopiló algunos ejemplares de esta planta en Taxco, Guerrero, y los envió al jardín botánico Bartram, donde los cultivaron y exhibieron. Más tarde, con ese nombre la Nochebuena fue introducida a Europa y se expandió al resto del mundo.

Durante la Colonia, cuetlaxóchitl adornaba las iglesias toda la temporada navideña, y así se expandió la costumbre imprescindible de ornamentar no solo las iglesias sino áreas jardinadas, espacios públicos, camellones, centros comerciales, escolares y de diversión, porque la flor de Nochebuena se ha convertido en un ícono cultural de la Navidad en todo el mundo.

Los fines de año la imagen de esta emblemática flor aparece también de manera profusa impresa o manufacturada en diversos materiales y sitios inesperados donde su presencia transmite paz y armonía y da pie a las celebraciones decembrinas.

En esta época del año podemos adquirir plantas de nochebuena desde 7 centímetros de altura para colocar en escritorios o pequeños espacios, e incluso como obsequio navideño,

Desde principios de noviembre, esta típica flor mexicana, regalo navideño de México para el mundo, está disponible en viveros, tianguis, mercados y centros comerciales. Al adquirirla contribuimos a mejorar la economía de quienes las producen y nosotros embellecemos nuestro entorno durante las fiestas decembrinas.

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