Más de la mitad del Producto Interior Bruto global depende directa o indirectamente de la naturaleza, señala el gestor de proyectos de Forética, Pablo García, en vísperas de la apertura de la decimoquinta conferencia de las partes de la Convención de la ONU sobre diversidad biológica (COP15).
Las especies, detalla este experto, son básicas para nuestra supervivencia, pues proporcionan innumerables bienes y servicios, algunos tan directos como materias primas, alimentos, medicamentos o agua de calidad, pero también usos científicos, recreativos, paisajísticos y de regulación, entre muchos otros.
Sin embargo, la pérdida de biodiversidad es uno de los tres retos fundamentales en el ámbito de la sostenibilidad, junto con la emergencia climática y el aumento de las desigualdades, algo que recuerda el Consejo Empresarial Español para el Desarrollo Sostenible.
La COP15 del Convenio de Diversidad Biológica, que se celebrará entre el 6 y el 19 de diciembre en Montreal, Canadá, va a resultar clave para fijar el marco global de biodiversidad post-2020, un plan estratégico internacional para guiar las políticas en biodiversidad durante los próximos años.
Un acuerdo que llega con retraso pues inicialmente esta COP de biodiversidad debía haberse celebrado en Kuming, China en 2020 y fue postpuesta por la pandemia de la covid-19, recuerda el experto de Forética.
Entre las cuestiones sobre las que se debe avanzar está el objetivo de proteger el 30% de tierra y océanos globalmente para 2030 (objetivo 30x30) o la biopirateria, el uso comercial de los recursos biológicos de países en desarrollo y los conocimientos de los pueblos indígenas sin su autorización.
Y, al igual que ocurre en las cumbres del clima, la financiación de esta transformación será uno de los aspectos clave a abordar, con la petición de 100 billones de dólares anuales en 2030.