El “fracaso de la acción climática” (entendido como el fallo de los gobiernos y empresas para hacer cumplir, promulgar o invertir en medidas efectivas de adaptación y mitigación del cambio climático, preservación de ecosistemas, protección de poblaciones y transición a una economía neutra en carbono) fue clasificada en el Reporte de Riesgos Globales 2022 como la principal amenaza a largo plazo para el mundo y aquella con los impactos potencialmente más severos durante la próxima década.
Si bien a corto plazo tanto los riesgos sociales como los ambientales fueron clasificados como los más preocupantes; los riesgos exclusivamente ambientales como el "clima extremo", la "pérdida de biodiversidad", la “crisis de recursos naturales” y el “daño ambiental humano”, en adición al “fracaso de la acción climática”, fueron percibidos como las cinco amenazas más críticas a largo plazo.
La creciente preocupación por el fracaso de la acción climática revela la falta de confianza en la capacidad para contener el cambio climático a nivel global, pues el 77% de los encuestados indicó que los esfuerzos internacionales para mitigar el cambio climático "no han comenzado" o se encuentran todavía en "desarrollo temprano".
El cambio climático acelerado y generalizado conllevará consecuencias irreversibles para el mundo si colectivamente no logramos la meta de cero emisiones netas para 2050. Los compromisos asumidos en la COP26 aún no son suficientes para alcanzar el objetivo de 1.5°C establecido en el Acuerdo Climático de París; al momento de redactar este reporte, la trayectoria prevista apuntaba a 2.4°C, con el más optimista de los escenarios siendo 1.8°C.
Además, pese a la caída global en las emisiones de GEI durante la pandemia, estas aumentaron más rápido en 2020 que su promedio en la última década, lo que deja ver que la economía mundial sigue dependiendo en gran medida de los combustibles fósiles.
Los expertos consideraron que la inacción climática conducirá a pérdidas proyectadas de entre el 4% y el 18% del PIB mundial con diferentes impactos entre regiones, siendo las economías en desarrollo las más afectadas.
Los efectos visibles y cada vez más frecuentes e intensos del cambio climático, como el derretimiento del hielo terrestre, el aumento del nivel del mar y los períodos prolongados de calor o frío extremos, así como sus consecuencias para los sistemas sociales y económicos, están intensificando el impulso para la transición climática.
No obstante, las complejidades tecnológicas, económicas y sociales necesarias para la transición, junto con los insuficientes compromisos actuales, conducirán inevitablemente a diversos grados de desorden en la descarbonización.
A medida que el cambio climático se intensifica y algunas economías se recuperan más rápidamente que otras del COVID-19, las repercusiones de la transición reflejarán las condiciones en las que se lleva a cabo en cada país.
Una transición rápida pero demasiado agresiva podría aliviar las consecuencias ambientales a largo plazo, pero tener graves impactos económicos, políticos y sociales a corto plazo; mientras que una transición menos agresiva, pero demasiado lenta, implicaría costos mucho más fuertes y un mayor desorden a largo plazo.
Como compañía aseguradora especialista en el entendimiento, prevención y gestión de los riesgos, Zurich Insurance Group colabora como socio estratégico en la creación del Reporte de Riesgos Globales 2022, el cual ha sido elaborado con el apoyo del Global Risks Advisory Board del Foro Económico Mundial y los socios estratégicos Marsh McLennan y SK Group.
Para consultar el reporte completo, visite el enlace disponible aquí.