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Denver.- Denver destinará además 8 millones de dólares adicionales en 2020 para "ampliar los esfuerzos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero".
El propósito, conocido como Plan 80x50, es que en 2050 las emisiones de esos estén un 80 por ciento por debajo de los niveles de 2005, el primer año que se hizo un "inventario" del efecto invernadero en la capital de Colorado.
Para ello, la municipalidad ya inició un proceso de "descarbonización" de edificios públicos, medios de transporte y generación de electricidad, y aprobó medidas y programas para la adopción de paneles solares y carros eléctricos en esta ciudad.
Otras iniciativas ya en marcha, como el uso de nuevas tecnologías para colectar, procesar y reciclar deshechos, y la adopción de planes de transporte multimodal, también serán coordinados por la Oficina de Acción Climática.
"No importa dónde uno viva en este planeta: los efectos del cambio climático son reales y están sucediendo en este momento. El cambio climático representa la mayor amenaza ambiental para la seguridad y el bienestar", dijo el alcalde Michael B. Hancock.
Hancock aseguró que "la ciencia ahora nos dice que debemos movernos aún más agresivamente."
Según la Administración Nacional de Océanos y Atmósferas (NOAA), desde 1980 hasta 2016 la temperatura promedio en Colorado subió 1.4 grados centígrados (2.5 grados Fahrenheit) y la temperatura volverá a subir otros 1.4 grados centígrados (2.5 Fahrenheit) para 2050.
Sin embargo, las medidas han sido criticadas por la Cámara de Comercio de Metro Denver, empresas y sindicatos, que consideraron, como no han sido implementadas en ninguna gran ciudad de EUA, existen "muchos importantes impactos desconocidos".
Pero Hancock pidió que a los residentes y "partes interesadas" que se sumen "con más urgencia" a la tarea de "elaborar una respuesta de Denver a esta crisis global".