México.- El crecimiento de la población principalmente en las zonas urbanas y periurbanas está relacionado de manera directa con la generación de residuos urbanos principalmente sólidos (RSU), según la información reportada por el INECC, indican las “Estrategias integradas en contaminantes climáticos de vida corta para mejorar la calidad del aire y reducir el impacto al cambio climático”.
El documento señala que las emisiones de CO₂e per-cápita fueron de 3.74 toneladas métricas anuales por habitante, con un aumento constante de 2.8 por ciento anual.
Las emisiones de metano en los RSU se producen principalmente por la fracción orgánica, la cual ha venido a la baja. En los años 40 el porcentaje de la fracción orgánica era considerablemente alto, alcanzando el 70 por ciento de la contribución total, actualmente se ha reducido al 52.4 por ciento del total de los residuos, por lo que existe un potencial para mitigarlo o transformarlo.
El último análisis del sector muestra que la generación per-cápita día es de 356 kg por habitante al año (INEGI 2018b). En cuanto a la disposición final, en 2016 el 66.4 por ciento de los residuos se depositaron en rellenos sanitarios, 20.4% en tiraderos a cielo abierto, 8% en rellenos de tierra y 5.2% se recicló.
Escenarios de mitigación
La estrategia indica que para el sector se consideró el escenario con mayor potencial de mitigación. Los análisis sectoriales muestran que el incremento de la infraestructura nacional de rellenos sanitarios en 472 municipios con poblaciones superiores a los 50 mil habitantes, con la capacidad de captura y transformación en energía limpia, tiene un potencial de reducción de emisiones de 50 por ciento de metano a 2050 con respecto a la línea base.
El escenario con mayores beneficios permite definir una reducción de emisiones de metano en la disposición de residuos sólidos urbanos y poder cumplir con la meta de la CND y reducir la contribución de metano como precursor de ozono, en este sentido, la disminución de emisiones de metano reducirá su contribución a la producción de ozono.
De acuerdo con el documento el objetivo es incrementar la infraestructura de rellenos sanitarios para la captura y quema de biogás y generación de energía limpia entre 2020 y 2030, con una meta de reducción al 50 por ciento las emisiones de metano a 2030 con respecto a la línea base
Cabe señalar que a nivel nacional se recolecta 83.9 por ciento de los residuos sólidos urbanos y que la generación de residuos per cápita es de 0.85 kg por habitante al día.
El escenario de mayores beneficios para la gestión de residuos sólidos urbanos establece que el aumento en la infraestructura del sector es una gran oportunidad para reducir las emisiones de metano, con beneficios en la calidad del aire, al reducir un precursor de ozono y evitar impactos negativos en la salud ambiental.
En la Estrategia se recomienda establecer mecanismos participativos con la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Sener (Sener) y gobiernos estatales y municipales en las comunidades donde operen rellenos sanitarios con gran potencial de reducción de emisiones de metano e involucrar a los sectores de generación de energías limpias para establecer sinergias en términos de ganar-ganar, para ello propone:
• Fomento a la gestión integral de residuos sólidos urbanos y de manejo especial.
• Incremento en el financiamiento para los programas de prevención y gestión integral de residuos.
• Reforzar la normativa vigente y apoyo a los estados y municipios en su ejecución.
El sector residuos tiene un potencial importante para reducir las emisiones de metano; el escenario propuesto permitirá evitar el 50 por ciento de las emisiones en 2030 con respecto a la línea base, sin embargo, se requiere de fondos y de la participación de los interesados para articular las acciones e incrementar la infraestructura de rellenos con captura y generación de energía limpia
Las “Estrategias integradas en contaminantes climáticos de vida corta para mejorar la calidad del aire y reducir el impacto al cambio climático” describe acciones concretas de México para reducir el carbono negro, el metano y los hidrofluorocarbonos de las principales fuentes de emisión identificadas por México.
Este instrumento es editado por el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Coalición de Clima y Aire Limpio (CCAC). Es un documento que propone acciones para reducir las fuentes de mayor emisión de precursores de ozono troposférico, mejorar la calidad del aire y reducir los impactos en la salud de la población y los ecosistemas.