México.- El metano es un gas de efecto invernadero con un tiempo de vida media en la atmósfera de 12 años y es considerado un contaminante climático de vida corta (CCVC).
Las emisiones se generan en una mezcla de fuentes antropogénicas y naturales cuyos efectos impactan directamente en el sistema climático y de manera indirecta en la salud humana y la de los ecosistemas.
En términos de calidad del aire, su papel como precursor de ozono troposférico, otro importante gas de efecto invernadero y contaminante del aire, se considera importante por los efectos que provoca en los cultivos agrícolas y en la salud humana.
De acuerdo con las “Estrategias integradas en contaminantes climáticos de vida corta para mejorar la calidad del aire y reducir el impacto al cambio climático”, las emisiones de metano totales reportadas en el inventario de gases y compuestos de efecto invernadero de 2015 fueron de 142 mil Gg, siendo los subsectores más importantes en términos de contribución porcentual, el sector ganadero y el sector residuos, donde se encuentran las subcategorías de rellenos sanitarios y aguas residuales municipales e industriales.
El documento indica que las estrategias propuestas para reducir las emisiones de metano son las siguientes:
1.- En la categoría de residuos sólidos, el objetivo es reducir al 50 por ciento las emisiones de metano a 2030 con respecto a la línea base dentro de las medidas de mitigación se encuentra la incrementación de la infraestructura de rellenos sanitarios para la captura y quema de biogás y generación de energía limpia.
2.- En la categoría de aguas residuales, el objetivo es la reducción de emisiones de metano en aguas residuales municipales e industriales en un 80 por ciento a 2025 y 95 por ciento a 2030, dentro de las medidas de mitigación esta un mayor tratamiento de aguas residuales municipales e industriales.
3.- En el sector ganadero, el objetivo radica en reducir de emisiones de metano por manejo de estiércol de 35 por ciento en bovinos y porcinos a 2025 y del 70 por ciento a 2030 y dentro de las medidas de mitigación está incrementar la capacidad instalada de biodigestores en el sector .
Las “Estrategias integradas en contaminantes climáticos de vida corta para mejorar la calidad del aire y reducir el impacto al cambio climático” describe acciones concretas de México para reducir el carbono negro, el metano y los hidrofluorocarbonos de las principales fuentes de emisión identificadas por México.
Este instrumento es editado por el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Coalición de Clima y Aire Limpio (CCAC). Es un documento que propone acciones para reducir las fuentes de mayor emisión de precursores de ozono troposférico, mejorar la calidad del aire y reducir los impactos en la salud de la población y los ecosistemas.