México.- El amoníaco es un gas incoloro con un olor característico compuesto por un átomo de nitrógeno y 3 de hidrógeno (NH3). Se produce de forma natural en el cuerpo humano y en la naturaleza, encontrándose en el agua, el suelo y el aire, e incluso en pequeñas moléculas de bacterias.
En el cuerpo humano, el amoníaco y el ion de amonio son componentes vitales de los procesos metabólicos.
El amoníaco se produce de forma natural y se encuentra en el medio ambiente, renovándose de forma natural como parte del ciclo de nitrógeno que se produce mientras se fertilizan las plantas, contribuyendo significativamente a las necesidades nutricionales de los organismos terrestres. Como resultado de este proceso natural, el amoníaco no dura mucho tiempo en el ambiente y tampoco es bioacumulable.
A nivel industrial, el amoníaco es también un elemento importante para la síntesis de muchos fármacos y fertilizantes, se usa para además para los procesos de fabricación y tratamiento de textiles, plásticos, explosivos, papel, alimentos y bebidas, productos de limpieza domésticos, refrigerantes y otros productos. Pese a su gran uso, el amoníaco es cáustico y peligroso.
Una importante fuente de emisión proviene de la degradación de residuos animales, basuras y del uso de fertilizantes nitrogenados que provoca una elevada concentración de nitratos de las aguas superficiales.
El amoníaco es un gas incoloro que tiene un olor penetrante muy distintivo, que se describe como similar al sudor o la orina de gato. La mayoría de las personas están familiarizadas con su olor debido al uso que tiene en detergentes y en productos de limpieza. El amoníaco se disuelve fácilmente en agua.
¿Cómo afecta a la salud el contacto o la exposición al amoníaco?
Al encontrarse de forma natural en el ambiente, todos estamos expuestos a pequeñas concentraciones de dicha sustancias. Es posible que una persona esté expuesta a niveles más altos de amoníaco al utilizar productos de limpieza que contengan este producto, o si se habita en lugares donde se emplean fertilizantes.
También se puede estar expuesto a altas concentraciones si se encuentra la persona mucho tiempo en un lugar cerrado donde haya una gran cantidad de animales.
La exposición a niveles altos de amoníaco presente en el aire puede causar irritación en la piel, los ojos, la garganta y los pulmones, e incluso provocar tos y quemaduras. La exposición a niveles muy altos puede producir la muerte.
El amoníaco es una sustancia corrosiva y los efectos principales de la exposición al amoníaco ocurren en el sitio de contacto directo (por ejemplo, la piel, los ojos, la boca, y los sistemas respiratorio y digestivo).
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) a través de la Subprocuraduría de Inspección Industrial recibe, analiza, asesora y atiende los reportes de emergencias ambientales asociadas con sustancias químicas.
En 1992 fue creado dentro de la Profepa, el Centro de Orientación para la Atención de Emergencias Ambientales (COATEA), con el propósito de recibir los reportes de emergencias ambientales asociadas con la liberación de sustancias químicas que ocurran en el territorio nacional
Los datos estadísticos del COATEA le han permitido a esta dependencia implementar, asesorar y coordinar las respuestas necesarias para evitar daños en la población y en el ambiente, además de registrar el tipo de las sustancias involucradas en cada evento.
Entre las sustancias de uso industrial se encuentra el amoniaco, que gracias a su alta toxicidad resulta muy peligrosa en caso de una liberación no planeada por el mal manejo de la misma.
El COATEA ha registrado un total de 14 mil 231 emergencias entre el año 2000 y el 2019, de las cuales, en 383 ocasiones se ha visto involucrado el amoniaco, lo que representa el 2.69 por ciento del total.
El mayor número de eventos con esta sustancia se concentra en 13 entidades que son: Baja California, Chihuahua, Ciudad de México, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nuevo León, Oaxaca, Querétaro, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas y Veracruz.
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