México.- Si fuera un país, el sector salud sería el quinto emisor de dióxido de carbono (CO2) del planeta, indicó el reporte “Huella climática del sector de la salud. Cómo contribuye el sector de la salud a la crisis climática global: oportunidades para la acción”, de la organización no gubernamental internacional Salud sin Daño (Health Care Without Harm).
Realizado en colaboración con Arup, señaló que la huella climática del sector salud equivale al 4.4 por ciento de las emisiones globales netas (dos gigatoneladas de CO2 equivalente), de acuerdo con la primera estimación global que se realiza.
"El uso de combustibles fósiles representa más de la mitad de su huella climática, equiparable a las emisiones anuales de gases de efecto invernadero de 514 centrales eléctricas de carbón", refirió el informe.
El reporte fue presentado recientemente en Reino Unido y Colombia y es un llamado de alerta sobre la necesidad de transformar el sector sanitario para alinearlo con las metas del Acuerdo de París, a fin de limitar el aumento de la temperatura a 1.5 grados centígrados.
“Los profesionales de salud y sus instituciones son los primeros que responden a los impactos del cambio climático. Paradójicamente, los hospitales y sistemas de salud contribuyen notablemente a la crisis climática”, explicó Josh Karliner, director internacional de Programas y Estrategias de Salud sin Daño y uno de los autores.
“El sector necesita transitar hacia energías limpias y renovables, además de desplegar estrategias primarias de prevención para lograr emisiones netas cero para 2050. Tiene que dar un paso al frente y hacer su parte para evitar la catástrofe del cambio climático, devastadora para la salud humana a nivel mundial”, consideró el reporte.
Los hospitales, los sistemas de salud y sus cadenas de suministros en Estados Unidos, China y los países de la Unión Europea, representan más de la mitad de la huella climática total del sector a nivel mundial.
El informe destacó la necesidad de una hoja de ruta global para un cuidado de la salud climáticamente inteligente, que reduzca sus emisiones mientras alcanza metas como la cobertura universal de salud.
También identificó un conjunto de acciones inmediatas que el sector de la salud puede adoptar, entre ellas que Los hospitales y los sistemas de salud deberían seguir el ejemplo de miles de establecimientos que ya avanzan hacia cuidados climáticamente inteligentes, a través del “Desafío de la salud por el clima”, una iniciativa de la organización Salud sin Daño.
Además, los gobiernos deberían basarse en las iniciativas existentes para establecer planes de acción tendientes a descarbonizar sus sistemas de salud, promover la resiliencia y mejorar los resultados.
El reporte concluyó que la promoción de la salud, la prevención de enfermedades y la cobertura universal deben entrelazarse con el objetivo climático global de alcanzar el objetivo de emisiones netas cero.
“El sector de la salud debe volverse climáticamente inteligente”, apuntó Gary Cohen, co-fundador de Salud sin Daño, ya que “la justicia ambiental y la equidad en salud dependen de ello”.