Londres.- Las misiones de acción bélica y de reconocimiento, así como el transporte de soldados, vehículos, bombas y municiones, combustibles y ayuda humanitaria, todas esas operaciones requieren enormes cantidades de combustibles basados en hidrocarburos, cuyo uso genera emisiones contaminantes.
Un nuevo estudio, realizado por investigadores británicos, calculó la contribución de esta vasta infraestructura militar al cambio climático y, con base en registros exhaustivos de las compras de combustible a granel, encontró que la huella de carbono del Ejército de Estados Unidos “es enorme”.
“Si el ejército estadunidense fuera un país, sólo por su uso del combustible se convertiría en el 47 emisor de gases de efecto invernadero más grande del mundo, ubicado entre Perú y Portugal”, afirman los investigadores en un artículo publicado en la revista Transactions of the Institute of British Geographers.
El estudio refiere que el cuerpo militar más poderoso del mundo compró únicamente en el año 2017 alrededor de 269 mil 230 barriles de petróleo por día y emitió más de 25 mil kilotoneladas de dióxido de carbono al quemar esos combustibles.
Los investigadores, de las universidades de Durham y Lancaster examinaron el impacto de las operaciones militares mediante el análisis de la ecología geopolítica de sus cadenas de suministro logísticas globales, apoyándose en la Agencia de Logística de Defensa – Energía (DLA-E, por sus siglas en inglés).
En un artículo, aclaran que no indagaron dentro del Departamento de Defensa, ya que DLA-E es una agencia de apoyo a esa agencia federal, que es el principal punto de compra de combustibles basados en hidrocarburos para el ejército estadunidense, así como un actor poderoso en el mercado mundial del petróleo.
Así, refieren que la recopilación de los registros de compra se realizó a través de solicitudes respaldadas por la Ley de Libertad de Información.
El análisis de todos esos datos sugiere que el ejército estadunidense “es uno de los mayores contaminadores de la historia, pues consume más combustible y emite más gases contaminantes que cambian el clima, que la mayoría de los países de tamaño mediano”.