Beijing.- Fundada en 2014, Airmen Environmental Technology es una empresa social que lleva a cabo el monitoreo e investigación de terceros sobre las descargas industriales de contaminantes, asiste activamente en las inspecciones gubernamentales y brinda asesoría para la transformación ecológica de las industrias durante la "Guerra contra la contaminación del aire" en China.
En los últimos años, el equipo ha realizado inspecciones independientes en más de 90 ciudades chinas, presionando para que más de 500 compañías rectifiquen y reformen sus formas de producción hacia una mejora respetuosa con el medio ambiente, conforme la nominación del equipo para el Premio SEE, una condecoración por logros ecológicos.
Según Zhao Liang, cofundador y director ejecutivo de los Airmen, el equipo comenzó su encuesta sin más que "un sentido del olfato, un par de ojos y un teléfono celular con una aplicación de detección de contaminación en tiempo real", refirió la agencia noticiosa china Xinhua.
Airmen Environmental Technology dominan a la fecha las tecnologías avanzadas para medir los contaminantes empleando drones y la visualización de datos. El equipo es considerado por los conservacionistas locales como uno de los principales vigilantes y asesores de la calidad del aire en el país, los "detectives de la contaminación".
Era en 2014, cuando muchas industrias contaminantes intentaban aumentar la producción durante la noche aprovechando que los inspectores ambientales estaban fuera de servicio.
Zhao recordó haberse despertado en campo abierto con la cara cubierta de polvo oscuro que venía desde los hornos de una acería que había estado vigilando. Era en 2014, cuando muchas industrias contaminantes intentaban aumentar la producción durante la noche aprovechando que los inspectores ambientales estaban fuera de servicio.
En aquel entonces, el esmog pesado asociado con las industrias de carbón, acero y calefacción en invierno en la región de Beijing-Tianjin-Hebei planteó una grave amenaza para la salud humana y el medio ambiente, y por su trabajo de revelar la gravedad de la contaminación.
En 2013, China lanzó el "Plan de Acción de Control y Prevención de la Contaminación del Aire" en un intento por acabar con la contaminación industrial y, gracias a las medidas adoptadas, se han producido cada vez más "días de cielo azul" en Beijing-Tianjin-Hebei.
Sin embargo, en el delta del río Amarillo, denominada como la llanura de Fen-Wei, la contaminación del aire empeoró. Desde principios de 2017, los defensores del aire han cambiado su enfoque hacia el Noroeste donde la minería del carbón predomina.
En enero de 2017, los Airmen se unieron a otro equipo de expertos para investigar un escándalo de contaminación por dióxido de azufre en el aire en Linfen, en la provincia noroccidental de Shanxi, y proporcionó un informe independiente sobre el nivel de la sustancia tóxica basada en las tecnologías de la grabación aérea con vehículos no tripulados.
La investigación condujo a que los altos funcionarios de Linfen, provincia de Shanxi, fueran convocados por la máxima autoridad ambiental del país y que se suspendiera la aprobación de nuevos proyectos en la ciudad.
Hasta ahora, los Airmen continúan haciendo visitas de seguimiento a la ciudad como supervisores externos a la invitación de la Oficina Municipal de Protección Ambiental de Linfen, indicó Zhao.
En otro caso, los Airmen inspeccionaron e informaron a la parte superior del organismo de vigilancia ambiental sobre una planta siderúrgica en Jiujiang, provincia de Jiangxi, que había estado descargado desechos industriales al aire y al río Yangtze.
Bajo la presión pública y gubernamental, la Jiujiang Ping Iron and Steel ha experimentado enormes cambios desde entonces. Ahora está trabajando en la construcción de una "fábrica forestal ecológica" y ha solicitado por calificarse como una atracción turística a nivel estatal AAAA.