San José.- Líderes políticos y ambientales afirmaron este jueves que la restauración de las tierras debe ser considerada una prioridad global para la recuperación económica después de la pandemia de la covid-19, al igual que la creación de empleos, el aumento de los ingresos y la seguridad alimentaria.
Esa fue una de las principales conclusiones del foro virtual de alto nivel organizado por Costa Rica y la ONU, en el marco del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, y que contó con la participación del presidente costarricense Carlos Alvarado y el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, entre otras personalidades.
La tierra puede ser nuestro mayor aliado, pero está sufriendo
Guterres, quien participó en el evento mediante un video, lamentó que "la humanidad esté librando una implacable guerra autodestructiva contra la naturaleza" que está provocando que "la biodiversidad caiga y la concentración de gases de efecto invernadero crezca".
"Debemos hacer la paz con la naturaleza. La tierra puede ser nuestro mayor aliado, pero está sufriendo. La degradación del suelo por el cambio climático y por la expansión de la agricultura, de las ciudades y de la infraestructura, socava el bienestar de 3.2 billones de personas y daña la biodiversidad", expresó Guterres.
El secretario general de la ONU dijo que restaurar los suelos degradados permitirá remover carbón de la atmósfera y ayudaría a las comunidades vulnerables a adaptarse al cambio climático.
"Esto podría generar 1.4 trillones de dólares extra en la agricultura cada año. Lo mejor es que la restauración del suelo es simple, barata, y accesible para todos", declaró Guterres.
Durante el evento, Costa Rica hizo un llamado a la comunidad internacional para movilizar la mayor ambición posible por la custodia responsable de la tierra, como parte de una respuesta integral a la degradación de suelos, el cambio climático y la pérdida de biodiversidad en todo el mundo.
“Costa Rica ha demostrado por décadas que es posible restablecer el balance entre la población y la naturaleza, así como trabajar en conjunto para crear sinergias que coloquen nuestros paisajes en el centro de los planes de recuperación económicos y sociales. Nuestra comida, nuestros empleos y nuestro bienestar dependen de la salud de nuestras tierras y de nuestros ecosistemas”, expresó el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado.
El mandatario declaró sentirse "entusiasmado" porque "países amigos en esta reunión tienen la misma convicción de que invertir en tierras sanas como parte de una recuperación verde es una decisión económica inteligente”.
El Gobierno costarricense expuso la experiencia que el país ha acumulado durante décadas con iniciativas como el Pago por Servicios Ambientales, mediante el cual propietarios privados son recompensados por proteger bosques, fuentes de agua y la biodiversidad en sus terrenos.
Programas como ese permitieron a Costa Rica revertir las cifras de deforestación en las últimas décadas hasta alcanzar, en la actualidad, un cobertura forestal del 52% del territorio nacional.
En el foro participaron también el presidente de la Asamblea General de la ONU, Volkan Bozkir; el secretario ejecutivo de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD), Ibrahum Thiaw; líderes ambientales y ministros de países como Perú, Botsuana, Emiratos Árabes Unidos, Islandia y Senegal.
Según cálculos de la ONU, si no se revierte la situación de la degradación de los suelos, para el año 2050 se estima que los rendimientos de los cultivos a nivel mundial caerán en un 10% y algunos sufrirán una reducción de hasta el 50%, lo que conducirá a un fuerte aumento del 30% en los precios mundiales de los alimentos.