De acuerdo con el Instituto de Geología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), los estromatolitos son estructuras órgano-sedimentarias laminadas, típicamente de carbonato de calcio (CaCO3) que crecen adheridas al sustrato y emergen verticalmente del mismo, produciendo estructuras de gran variedad morfológica, volumétrica y biogeográfica.
Su formación inicial y su desarrollo a lo largo del tiempo se debe a la actividad de poblaciones microbianas dominadas por cianobacterias que pasivamente facilitan la precipitación de carbonatos.
Los estromatolitos son la evidencia de vida más antigua que se conoce en la Tierra y forman parte del registro fósil más importante de la vida microbiológica temprana. Las formaciones más antiguas se encuentran en Warrawoona, Australia, y datan de hace 3 mil 500 millones de años.
Las comunidades estromatolíticas fueron los primeros oxigenadores de la atmósfera, y actualmente son las cianobacterias las que les dan soporte por ser estas fotosintéticas oxigénicas, es decir, que liberan oxígeno a la atmósfera.
También los estromatolitos son los primeros formadores de zonas arrecifales. El crecimiento óptimo observado en estromatolitos marinos actuales se da en zonas someras (15 m), pero pueden crecer en aguas más profundas y más someras.
Al crecer en masa forman arrecifes y ofrecen un ecosistema distinto para miles de especies. Prodigan alimento, refugio, aguas tranquilas (ideales para la reproducción de peces, moluscos, crustáceos, etcétera), sustrato para organismos rastreros y otros microorganismos y evitan el arrastre del sustrato por embate de las olas. Al crear nuevos ecosistemas, es probable que promovieron la especiación de muchos grupos taxonómicos a través de millones de años.
El Instituto de Geología refiere que actualmente los estromatolitos siguen teniendo un papel relevante para las ciencias geológicas. Muchos aspectos paleobiológicos y microbiológicos, además de biogeoquímicos y evolutivos, siguen teniendo a los estromatolitos como punto de partida. Incluso las expediciones interplanetarias en busca de vida se basan en descripciones de estromatolitos terrestres para compararlos con rocas laminadas que puedan encontrarse.
Actualmente sólo se forman en raros lugares preservados del planeta, por ejemplo, la costa oeste de Australia. En México, la laguna de Bacalar, en Quintana Roo, el cuerpo de agua dulce superficial más extenso que hay en la península de Yucatán, alberga uno de los arrecifes de estromatolitos más grande del mundo. Casi la mitad de su agua proviene de aportes subterráneos, y la otra mitad, de aportes superficiales.
Debido a la importancia que tienen estos fósiles y a la preocupación de los bacalarenses de conservar su hábitat, el cabildo de Bacalar estableció el 15 de julio como Día de los Estromatolitos y lo conmemora desde el año 2014.
Asimismo, en 2020, los gobiernos de Quintana Roo, Coahuila y Puebla se coordinaron para impulsar la conmemoración del Día Nacional de los Estromatolitos en esa misma fecha, con el objetivo de destacar la importancia de conservar estos ecosistemas lagunares y su riqueza biótica.
Valeria Souza Saldívar, investigadora del Instituto de Ecología de la UNAM, ha estudiado a fondo la presencia de estromatolitos en las pozas de Cuatrociénegas, en Coahuila. Explica que sobreviven en un ambiente con pocos nutrientes, muy diferente al del resto del planeta.
El agua de las pozas tiene un alto contenido en minerales, pues está en contacto con residuos volcánicos; entender cómo sobreviven en este contexto puede ayudar, por ejemplo, a combatir la contaminación del planeta, asegura la especialista.
Por otra parte, el lago Alchichica, de origen volcánico, ubicado en Puebla, ha sido estudiado por integrantes del Proyecto de Investigación en Limnología Tropical de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la UNAM.
Alchichica fue creado por una explosión freatomagmática. Data del Pleistoceno tardío, y es uno de los pocos lagos calificados como “hondos” en el país. Se caracteriza por sus estructuras carbonatadas, que recuerdan a los arrecifes coralinos y conforman un anillo casi continuo, que corre paralelo a la línea de la costa. Los microorganismos, sobre todo cianobacterias, se desarrollan y forman estratos o biopelículas que crecen capa a capa y conforman los estromatolitos.
Investigadores de instituciones nacionales e internacionales, incluida la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) de Estados Unidos, hacen hincapié en la importancia de conservar los ecosistemas con presencia de estromatolitos, ya que se trata de microorganismos de alto valor científico que nos permitirán entender el origen de la vida en la Tierra.