Ciudad de Mexico.- La Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México, a través de la Dirección General de Calidad del Aire, informa que concluyó el periodo conocido como ‘temporada de ozono’ sin que la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) activara contingencia ambiental.
El ozono es un contaminante que se forma a partir de reacciones químicas que ocurren en el aire en donde participan los compuestos orgánicos volátiles “COV” (contaminantes generados durante la combustión de gasolina, gas, diésel, etc., así como por la evaporación de combustibles o solventes), y el dióxido de nitrógeno “NO2” (contaminante generado a partir de la combustión) en presencia de energía solar.
Es entre marzo y mayo cuando generalmente se registran las más altas concentraciones de ozono en el año y se puede superar el estándar nacional de calidad del aire en la mayor parte de los días de dicho período.
Esto se da porque, durante esos meses, se presentan altas temperaturas, poca nubosidad y alta radiación solar en el Valle de México y se complica aún más cuando la velocidad del viento es baja.
La emergencia sanitaria por COVID-19 ha ocasionado que, desde el 24 de marzo hasta la fecha, se modificaran las actividades en la Zona Metropolitana del Valle de México, como el cierre de establecimientos y la reducción en la circulación de vehículos. De este modo, se registró una disminución promedio del 70 por ciento en la congestión vehicular, 45 por ciento en el consumo de gasolina y 37 por ciento en del diésel.
Esos cambios en la actividad de la metrópoli provocaron una reducción superior al 45 por ciento en las concentraciones de monóxido de carbono, y de 34 del dióxido de nitrógeno. En el caso de las partículas las reducciones han sido menores y para el ozono, aunque se registraron incrementos en las concentraciones horarias-diarias promedio, se redujeron los valores máximos y no fue necesario aplicar de la fase 1 de contingencias ambientales atmosféricas.
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