París-Nueva York.- Entre dos mil y tres mil millones de personas sufren escasez de agua en el mundo. Esta escasez se agravará en las próximas décadas, especialmente en las ciudades, si no se impulsa la cooperación internacional en este ámbito, advierten la Unesco y ONU-Agua en la última edición del Informe de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo.
En todo el mundo, 2 mil millones de personas (el 26% de la población) no disponen de agua potable y 3 mil 600 millones (el 46%) carecen de acceso a un saneamiento gestionado de forma segura, según el informe, publicado por la Unesco en nombre de ONU-Agua y dado a conocer hoy en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua 2023, que se celebra en Nueva York. Entre 2 mil y 3 mil millones de personas sufren escasez de agua durante al menos un mes al año, lo que supone graves riesgos para sus medios de subsistencia, en particular la seguridad alimentaria y el acceso a la electricidad.
Se prevé que la población urbana mundial que sufre escasez de agua se duplique, pasando de 930 millones en 2016 a 1.700-2.400 millones de personas en 2050. La creciente incidencia de sequías extremas y prolongadas también está estresando los ecosistemas, con consecuencias nefastas para las especies vegetales y animales.
Es urgente establecer mecanismos internacionales sólidos para evitar que la crisis mundial del agua se descontrole. El agua es nuestro futuro común y es esencial actuar juntos para compartirla equitativamente y gestionarla de forma sostenible", declaró la Directora General de la Unesco, Audrey Azoulay.
"Queda mucho por hacer y el tiempo no está de nuestro lado", declaró Gilbert F. Houngbo, Presidente de ONU-Agua y Director General de la Organización Internacional del Trabajo.
"Este informe muestra nuestra ambición y ahora debemos unirnos y acelerar la acción. Este es nuestro momento para marcar la diferencia". Cooperación internacional: clave del acceso al agua para todos Casi todas las intervenciones relacionadas con el agua implican algún tipo de cooperación.
Los cultivos requieren sistemas de riego compartidos entre los agricultores. Suministrar agua segura y asequible a ciudades y zonas rurales solo es posible mediante una gestión comunal de los sistemas de abastecimiento de agua y saneamiento. Y la cooperación entre estas comunidades urbanas y rurales es esencial para mantener tanto la seguridad alimentaria como los ingresos de los agricultores.
La gestión de los ríos y acuíferos que cruzan fronteras internacionales complica aún más las cosas. Aunque se ha demostrado que la cooperación en cuencas y acuíferos transfronterizos aporta muchos beneficios más allá de la seguridad del agua, incluida la apertura de canales diplomáticos adicionales, solo 6 de los 468 acuíferos internacionalmente compartidos del mundo son objeto de un acuerdo formal de cooperación. En este Día Mundial del Agua, las Naciones Unidas hacen un llamamiento para impulsar la cooperación internacional sobre el uso y la gestión del agua. Solo así se podrá evitar una crisis mundial del agua en las próximas décadas.
Las asociaciones y la participación aumentan los beneficios Los servicios ambientales, como el control de la contaminación y el enriquecimiento de la biodiversidad, figuran entre los beneficios compartidos más destacados en el informe, junto con las oportunidades de compartir datos e información y de cofinanciación. Por ejemplo, los "fondos de agua" son sistemas de financiación que reúnen a usuarios aguas abajo, como ciudades, empresas y servicios públicos, para invertir colectivamente en la protección de hábitats aguas arriba y en la gestión de tierras agrícolas con el fin de mejorar la calidad y/o cantidad global del agua.
El Fondo del Agua de Monterrey (México), puesto en marcha en 2013, ha mantenido la calidad del agua, reducido las inundaciones, mejorado la infiltración y rehabilitado hábitats naturales a través de la cofinanciación. El éxito de enfoques similares en el África subsahariana, incluida la cuenca del río Tana-Nairobi, que suministra el 95% del agua 3 dulce de Nairobi y el 50% de la electricidad de Kenya, ilustra el potencial global de tales asociaciones.
La participación inclusiva de las partes interesadas también fomenta la aceptación y la apropiación. Involucrar a los usuarios finales en la planificación y ejecución de los sistemas de agua crea servicios que se ajustan mejor a las necesidades y recursos de las comunidades pobres, y aumenta la aceptación y apropiación públicas. También fomenta la responsabilidad y la transparencia. En los campos de desplazados de la región somalí de Gedo, los residentes eligen comités de agua que gestionan y mantienen los puntos de agua que abastecen a decenas de miles de personas.
Los miembros de los comités colaboran con las autoridades locales del agua de las comunidades de acogida para compartir y gestionar los recursos hídricos.