Río de Janeiro.- La Amazonía brasileña registró 11 mil 549 focos de incendio en octubre, una caída del 33.3% frente al mismo mes del año pasado y la menor cantidad de los últimos tres años, informó este lunes el Gobierno.
Se trata de la cuarta caída consecutiva de los incendios en la más extensa selva del planeta, con relación a 2020, según los datos divulgados por el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE).
Frente a septiembre pasado, cuando fueron notificados 16 mil 742 focos de calor, la caída fue del 31%.
A diferencia de 2019 y 2020, los incendios en la Amazonía brasileña, que abarca el 60% del gigante suramericano, se redujeron sustancialmente durante el periodo de sequía y también han menguado durante la temporada de lluvias que inició en mayo.
Desde el primero de enero y hasta el 31 de octubre se han contabilizado 67 mil 715 focos de fuego en este ecosistema, un 27% menos que los registrados el año pasado durante el mismo período.
Los expertos señalan que la mayoría de los incendios son provocados por la deforestación de la selva, que perdió 10.851 kilómetros cuadrados de vegetación nativa en 2020, principalmente por la minería ilegal y el comercio ilícito de madera.
De acuerdo con el Gobierno brasileño, un total de 8 mil profesionales vinculados con autoridades ambientales, la Policía Federal y la Fuerza Nacional de Seguridad Pública y de autoridades ambientales, se han desplazado este año a la Amazonía y a otros ecosistemas como el Pantanal y el Cerrado para apoyar la lucha contra los incendios.
Este jueves, en el marco de la Cumbre del Clima COP26 en Glasgow, el ministro de Justicia de Brasil, Anderson Torres, señaló que en tres meses de operación, se combatieron más de 16 mil 500 incendios, se realizaron más de 3 mil 200 acciones preventivas y se aplicaron más de mil 500 multas por crímenes ambientales en esos tres biomas.