México.- El pasado 26 de febrero, el Espacio de Conocimiento de la Cátedra Unesco-IMTA presentó un tema de gran actualidad “Usos y concentración del agua para el turismo” con el Dr. Edgard Talledo Sánchez, perteneciente al Colegio de San Luis y al Sistema Nacional de Investigadores nivel I, con estudios de Geografía por la UNAM, y especialista en temas de Epistemología de la Geografía, conflictos relacionados a recursos naturales y la agenda social del agua, entre otros.
El Dr. Talledo puso de manifiesto que si bien el turismo es una industria pujante en América Latina, y existen diversos usos y títulos de uso del agua para una industria que aparentemente es verde, ésta genera contradicciones sociales e inequidades relevantes; no se puede perder de vista que el agua es un bien común territorializado que está constantemente en disputa, indicó el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA)
El turismo se dedica a producir lugares como una mercancía y esa manera de producir genera desecación, deforestación y desplazamiento de personas, sólo por mencionar algunas problemáticas.
En el caso mexicano la afluencia de turismo es muy importante, por ejemplo, en 2018 se recibió a 4.1 millones de turistas. Se argumenta de forma oficial la importancia económica del turismo por los empleos que genera, porque aporta grandes ganancias para el país, sin atender las problemáticas territoriales e hídricas que desde la activación de Fonatur en los setenta se han ido generando en diversos territorios.
Como es el caso de Cancún, Ixtapa, Los Cabos y Huatulco que pasaron de ser manglares a polos de desarrollo, ciudades hidráulicas modificadas incluso en su paisaje con el objetivo de volverlas turísticas, donde se crearon aeropuertos y playas. Actualmente, la Ley Nacional de Aguas vigente, de 1992, requiere transformaciones.
Por ejemplo, en uno de los casos estudiados por el Dr. Talledo, las bahías de Huatulco, sucede que desde sus inicios como polo turístico se viven conflictos de tenencia de tierra derivados de la expropiación de tierras ejidales. Y una severa inequidad en temporada alta, cuando los grandes hoteles cuentan con suficiente agua para los turistas mientras pequeños hoteles y pobladores son privados de ésta.