México.- Los ríos del centro del país siguen convertidos en drenes de aguas negras, pestilentes y la mayor contaminación se presenta en la zona centro del México, más específicamente en las cuencas del Valle de México (Ciudad de México y zona metropolitana), del Rio Lerma (Estado de México, Querétaro y Jalisco) y la subcuenca del Alto Balsas (zonas metropolitanas de Puebla y Cuernavaca).
Lo anterior se desprende del monitoreo realizado a los principales cuerpos de agua del país por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), a través de la Red Nacional de Medición de Calidad del Agua, afirma el profesor de Gestión Integral del Agua de la Maestría en Hidráulica, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Juan Carlos Valencia Vargas.
La red monitorea la calidad en cuerpos de agua superficiales, costeros y subterráneos e incluye parámetros fisicoquímicos y microbiológicos, de acuerdo con las características de cada uno, por lo que el primer paso esta dado, ya la información es pública, pero debe servir para preocuparnos y tomar acción, porque los indicadores siguen empeorando.
Considera que “aunque es más fácil entubarlos y construir sobre ellos un viaducto o darles la espalda y utilizarlos como puntos de descarga de las aguas negras, hay ejemplos en el mundo de que es posible revertir ese proceso y rescatarlos para convertirlos en puntos de reunión, en un atractivo familiar, en recursos para la economía y para el trabajo”.
En torno a la información publicada por la Conagua, el experto dijo a la agencia Notimex que “la información se encuentra integrada en un solo archivo y clasificada por estado y por tipo de cuerpo de agua, lo que habla de la transparencia con la que el organismo maneja la información”.
De acuerdo con el informe, en 2018 la red de agua superficial se integraba por 3 mil 774 sitios.
El análisis de la calidad del agua superficial consideró ocho indicadores: Demanda Bioquímica de Oxígeno a cinco días (DBO5), Demanda Química de Oxígeno (DQO), Sólidos Suspendidos Totales (SST), Coliformes Fecales (CF), Escherichia coli, (E_COLI), Enterococos (ENTEROC), Porcentaje de Saturación de Oxigeno (OD por ciento) y Toxicidad (TOX).
Los resultados para 2018 mostraron una calificación de excelente para 50.8 por ciento de los sitios considerando DBO5; 20.7 por ciento para DQO; 61.8 por ciento para SST; 32.9 por ciento para CF; 42.9 por ciento para E_COLI; 85.5 por ciento para ENTEROC; 44.4 por ciento para OD%. El resto de los sitios obtuvo una calificación que osciló de buena calidad a fuertemente contaminada, y 88.3 por ciento de los sitios no presentó toxicidad.
Para facilitar el análisis de la información, la Conagua publica mapas donde se puede observar la calidad del agua a través de colores: verde, amarillo y rojo, y se obtiene integrando los resultados de los ocho indicadores, mencionó.
El 41.2 por ciento de los sitios se catalogó con color verde, lo cual significa que cumplieron con los límites aceptables de calidad del agua para los ocho parámetros analizados; 30.6 por ciento se catalogaron con color amarillo, al presentar incumplimiento en uno o varios de los parámetros E_COLI, CF, SST y OD%, y 28.2 por ciento de los sitios se catalogó con color rojo, al incumplir uno o varios de los parámetros DBO5, DQO, TOX y ENTEROC, concluyó.