Amsterdam.- Según Greenpeace, “La catástrofe de Chernobyl no es historia. El desastre en sí continua y sus efectos aún se pueden sentir hoy”. El accidente nuclear se registró el 26 de abril de 1986 en una planta en Ucrania, entonces territorio de la Unión Soviética.
Como parte de una investigación, la Organización No Gubernamental (ONG) defensora del medio ambiente estimó en unos cinco millones el número de personas que viven en áreas oficialmente designadas como “contaminadas”.
“Se espera que los efectos persistentes de Chernobyl causen nueve mil muertes más”, de acuerdo con estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), añadió Greenpeace.
Existen unos 10 reactores en funcionamiento en Rusia, del mismo tipo del que estalló en Chernobyl hace 33 años, causando una radiación 30 o 40 veces más elevada que la registrada en la ciudad japonesa de Hiroshima por la explosión de una bomba atómica, en agosto de 1945.
La organización proambiental calculó en unos 100 mil los muertos por cáncer causado por la radiación emitida tras el estallido en la planta nuclear, y consideró que la cifra continuará en aumento entre la población que vive en las áreas contaminadas, pues sigue recibiendo dosis de radiación.
Sobre la radiación explicó que “la exposición interna es lo que ingresa al cuerpo a través de la comida o la respiración, y es mucho más difícil de rastrear y evaluar que la exposición externa. Una sola partícula de material radioactivo dentro de un pulmón puede permanecer allí indefinidamente. Esto puede causar graves riesgos para la salud”.
Greenpeace, cuyo cuartel general está en Ámsterdam, retomó el tema con motivo de la miniserie transmitida por una cadena de televisión, programa al cual aplaudió sus detalles por ser “fiel a la realidad”.