São Paulo.- El movimiento de supermercados del Reino Unido que amenazan con boicot a Brasil ha llevado al Congreso brasileño a posponer la lectura de un proyecto de ley respaldado por el presidente Jair Bolsonaro, el cual es considerado como la “luz verde” para una mayor destrucción del Amazonas.
Más de 40 empresas, incluidas Tesco, Sainsburys, Waitrose, Morrisons, Lidl, Asda y Marks & Spencer, firmaron una carta abierta que contiene la protesta, al igual que lo hicieron el fondo de pensiones sueco AP7 y la administradora de activos noruega Storebrand.
La carta, publicada por Retail Soy Group, dice: “Si la medida se aprueba, alentaría un mayor acaparamiento de tierras y una deforestación generalizada, que pondría en peligro la supervivencia de la Amazonía y el cumplimiento de los objetivos del Acuerdo de París sobre el cambio climático, y socavaría los derechos de las comunidades indígenas y tradicionales”.
“Creemos que también pondría en riesgo la capacidad de organizaciones como la nuestra, para continuar abasteciéndose de Brasil en el futuro. Instamos al gobierno brasileño a reconsiderar su postura y esperamos seguir trabajando con socios en Brasil para demostrar que el desarrollo económico y la protección del medio ambiente no son mutuamente excluyentes”, indica.
La carta también describe la importancia de la Amazonía para el medio ambiente, destacando su papel en la regulación del clima global.
La organización no gubernamental brasileña Imazon Institute estima que, si se aprueba, el proyecto de ley conduciría a un aumento de la deforestación de entre 11 mil a 16 mil kilómetros cuadrados.
El proyecto de ley fue presentado originalmente al Congreso por el presidente Bolsonaro como una orden ejecutiva (Medida Provisoria No.910). Debido a las protestas generalizadas en Brasil, sus disposiciones más escandalosas, que lo llevaron a ser denominado “la carta de los terratenientes”, se diluyeron, y se convirtió en un proyecto de ley, No.2633/5, que se debió leer hace dos semanas.
Después de que el orador de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, recibiera la carta de los supermercados, y cartas de parlamentarios del Reino Unido y Europa, expresando preocupación por la preservación de la Amazonía, pospuso la lectura. Hasta ahora no se ha dado una nueva fecha.
El Parlamento Europeo tiene pendiente la aprobación de un acuerdo comercial propuesto entre la Unión Europea y los países del Bloque delMercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay), y la cuestión de la Amazonía podría ser un obstáculo.
El intento del gobierno de deshacer las protecciones ambientales y abrir las tierras públicas a la deforestación, y finalmente a la producción de soya y ganado, se evidenció cuando hace unos días se hizo público el video de una reunión de gabinete celebrada el 22 de abril, tras una orden de la Corte Suprema de investigar las denuncias de mala conducta presidencial.
Durante la reunión ministerial, el ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, indicó: “Aprovechemos que la prensa se centró en COVID-19 para desregular”, dicho de una manera coloquial “conduzca a la manada, mientras todos miran al otro lado”.
Los 16 meses de Salles a cargo del medio ambiente ya han resultado desastrosos para la Amazonía. Ha despedido a personal veterano, ha debilitado la aplicación de la ley y ha alentado efectivamente la deforestación ilegal.
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