París.- Francia espera alcanzar un acuerdo político durante su semestre de presidencia de la Unión Europea (UE) para la creación de una tasa de carbono en las fronteras exteriores que obligue a que las importaciones se sometan a las mismas reglas que los productos hechos en el interior del mercado único.
El anuncio lo hizo este martes el secretario de Estado francés de Asuntos Europeos, Clément Beaune, que en una entrevista a la emisora France Info explicó que "hay países en el este que son reticentes", y a los que hay que convencer.
Beaune indicó que Alemania tampoco era favorable a esa idea porque temía que ese impuesto acarreara represalias de países terceros a las exportaciones alemanas, pero la posición de Berlín ha cambiado.
Preguntado sobre cuándo podría llegar ese dispositivo, respondió que espera que "el acuerdo político" se consiga en este semestre de presidencia francesa de la UE, y que está previsto que la tasa sea una realidad "a partir de 2025".
Para eso, el secretario de Estado francés explicó que la UE va a negociar con otros países del mundo para que también apliquen reglas medioambientales a sus productos.
Otra cuestión pendiente para el Gobierno francés es que el texto en el que trabaja actualmente el Parlamento Europeo contempla que una empresa europea que fabrica fuera de la UE no estaría sometida al nuevo impuesto, lo que a juicio de Beaune sería una contradicción.
El principio de este dispositivo es que los productos que entren en el mercado único europeo tienen que respetar las mismas reglas que se aplicarían si estuvieran hechos en la UE. En caso de que eso no ocurra, estarían sometidos a un gravamen cuyo cálculo se basaría en el ajuste de las emisiones reales de dióxido de carbono (CO2).