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México.- Un grupo de jóvenes pidió integrar a las políticas públicas el concepto de Justicia Climática para generar un modelo socioeconómico que garantice los derechos fundamentales al aire, tierra, agua, alimentos y ecosistemas saludables.
Convocados por el movimiento Fridays For Future (FFF) México, los representantes de 45 ciudades mexicanas piden en el documento que la declaratoria de emergencia climática deberá contener el cumplimiento de los Acuerdos de París y las contribuciones nacionalmente determinadas de México.
Asimismo, un compromiso por tomar las acciones necesarias para mantener las emisiones de gases de efecto invernadero a un nivel que eviten un aumento mayor de 1.5 grados de temperatura, recalcar la responsabilidad que tiene el sector privado por contribuir a los objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, acelerar la transición energética justa, impulsando gradualmente la participación de las energías renovables en la matriz energética.
También, debe contener la movilización de los recursos necesarios y la transformación de la economía hacia una de cero emisiones, iniciar un proceso permanente de consulta y colaboración con la sociedad civil, la academia y la comunidad científica para proponer mejoras de política pública orientadas a la emergencia climática, un compromiso por proteger a todas las personas, especies y ecosistemas, incluyendo la implementación de medidas de adaptación a nivel nacional tanto en comunidades rurales y urbanas.
En la carta que esperan sea entregada al Jefe del Ejecutivo Federal, los jóvenes destacaron que distintos expertos y representantes de las Naciones Unidas han indicado que los países que se verán más afectados por el cambio climático y que notarán con mayor intensidad fenómenos como desertificación, sequías, inundaciones y otros eventos climáticos extremos, serán los países en vías de desarrollo.
En este sentido, aseguraron que México se encuentra en grave peligro de ser afectado en forma irreversible por las consecuencias que el aumento de temperatura a nivel global por encima de los 1.5°C tengan sobre el clima, la seguridad alimentaria, el acceso en cantidad y calidad al agua potable, la diversidad de flora y fauna, la actividad agrícola y pesquera, así como la salud, economía y estabilidad de la población.
A pesar de ello, la juventud mexicana se niega a rendirse. “Nos unimos a las movilizaciones internacionales que llaman a la acción urgente para transformar nuestra forma de vida y nuestros sistemas ante la crisis climática. Somos estudiantes y jóvenes que queremos un futuro”, señalaron.
Precisaron que su interés es la preservación de la vida en el planeta y del espacio que compartimos con otras especies y “pedimos desde lo más profundo de nosotras y nosotros que nuestro llamado sea escuchado”.