Ciudad de México.- Las mujeres son consideradas piedra angular de la agricultura por sus aportes en: la selección de las semillas que se cultivarán -en función de su uso en platillos y bebidas tradicionales-, el resguardo e intercambio de semillas nativas de México, la transformación de las plantas con las que nos alimentamos, su comercialización, la investigación, la transmisión de conocimientos, así como en la construcción y puesta en marcha de políticas públicas.
Para reflexionar acerca de estos temas y reconocer sus contribuciones, la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) organizó el “Encuentro nacional de mujeres que participan en la conservación de la agrobiodiversidad”, y que tuvo como sede el Complejo Cultural Los Pinos, en la Ciudad de México.
A esta actividad asistieron 80 mujeres de Chiapas, Chihuahua, Ciudad de México, Michoacán, Oaxaca y Yucatán, vinculadas al Proyecto Agrobiodiversidad Mexicana, financiado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por sus siglas en inglés) e implementado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).
La inauguración de este encuentro fue encabezada por la Lic. Érika Zavala Oropeza, Directora de Impulso a los Derechos Sociales, Ambientales y Sexuales de las Mujeres del Instituto Nacional de las Mujeres, la Dra. Francisca Acevedo Gasman, Coordinadora de Agrobiodiversidad y Recursos Biológicos de la Conabio, la Ing. Brisa Gómez Ochoa, responsable del Huerto del Cencalli del Complejo Cultural Los Pinos y el Dr. Daniel Quezada Daniel, Titular de la Unidad Coordinadora de Vinculación Social, Derechos Humanos y Transparencia de Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), y Secretario Ejecutivo de la Conabio, quien acudió en representación de la Ing. María Luisa Albores González titular de la Semarnat.
En las intervenciones se destacaron los esfuerzos de las mujeres por mantener vivo el proceso de evolución bajo domesticación al experimentar, una y otra vez a lo largo de la historia, con las distintas plantas en diferentes condiciones ambientales a fin de lograr mejores cosechas.
Además, se subrayó su labor como las principales transmisoras de conocimientos acerca de las plantas con las que nos alimentamos y se habló de cómo las actividades que realizan las mujeres desde distintos ámbitos tiene un impacto en la conservación de la agrobiodiversidad. Pese a ello, hace falta crear las condiciones para alcanzar la igualdad de oportunidades también en estas áreas de trabajo.
Luego de la inauguración se llevó a cabo una ceremonia tradicional que consistió en colocar un altar con flores de distintos colores, incienso, carbón y copal, así como alimentos producidos por las participantes, ya sea en semillas o transformados.
Posteriormente se crearon grupos de trabajo en donde se compartieron experiencias, abordando temas como: Mujeres y Agrobiodiversidad, Aportes de las mujeres en la conservación de la agrobiodiversidad, Aporte económicos de las mujeres, Autocuidado, Igualdad, Uso del tiempo de las mujeres y división del trabajo.
También se realizó un intercambio gastronómico-visual en el que mujeres de cada estado compartieron a través de fotografías la receta de un platillo o bebida tradicional que utiliza plantas nativas de México en su elaboración, como las guías de chayote de Oaxaca, el churipo de Michoacán, el mole de olla de la Ciudad de México y el tascalate de Chiapas, entre otros.
Durante la sesión de cierre las participantes expresaron su deseo de que su voz sea escuchada en más foros para que se reconozca la labor que realizan, que se les apoye para no dejar morir sus tradiciones, sus semillas y la herencia de sus ancestros, y se promueva el consumo de alimentos sabrosos, sanos y sustentables de raíces mexicanas.
También señalaron que este tipo de encuentros les ayuda a no sentirse tan solas en su lucha por conservar la agrobiodiversidad porque saben que, aunque sea a la distancia, hay más mujeres fuertes, decididas y deseosas de trabajar para sacar adelante a su familia, comunidad y región.