Las bandas de radiofrecuencias son vitales para la emisión de los pronósticos meteorológicos y las alertas tempranas que permiten salvar vidas, para el monitoreo del clima y para la predicción del tiempo espacial. Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), deben protegerse de las interferencias perjudiciales que proliferan en un contexto de creciente competencia impuesto por las nuevas tecnologías.
Así pues, la OMM quiere que la 23ª Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones (CMR 23), organizada por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) del 20 de noviembre al 15 de diciembre en Dubái, establezca salvaguardias para las bandas de radiofrecuencias esenciales. En esta reunión la Conferencia actualizará el Reglamento de Radiocomunicaciones, el tratado mundial por el que se rige el espectro radioeléctrico y las órbitas de los satélites.
"El acceso al espectro radioeléctrico es indispensable para la infraestructura meteorológica e hidrológica en la que se basan los servicios meteorológicos y ambientales conexos de todo el mundo. Tanto los satélites como los radares meteorológicos, las radiosondas, los sistemas de observación hidrológica y las boyas a la deriva transmiten sus datos por radio o por microondas", afirma el Secretario General de la OMM, profesor Petteri Taalas.
"La seguridad de las personas y los bienes depende de los pronósticos meteorológicos y ambientales, porque cuando se avisa con antelación de episodios adversos, la ciudadanía, las autoridades civiles y los equipos de respuesta inicial pueden tomar medidas.
Solo si colaboramos todos unidos —las comunidades meteorológica y de radiocomunicaciones a nivel mundial— podremos mantener y mejorar nuestra capacidad futura en materia de observación de la Tierra y los servicios vitales que dependen de ella", declaró el profesor Taalas a la revista Actualidades de la UIT.
La OMM y la UIT colaboran desde hace tiempo en lo relativo a los datos meteorológicos y las tecnologías digitales. Ambas organizaciones cooperan en el marco de la iniciativa Alertas Tempranas para Todos, impulsada por el Secretario General de las Naciones Unidas, señor António Guterres, para velar por que todos los habitantes de la Tierra estén protegidos de los peligros y desastres climáticos mediante alertas que salven vidas antes de finales de 2027.
Por ello, la OMM hace un llamamiento a los miembros de la UIT para que en la CMR 23 atiendan los requisitos de la comunidad meteorológica respecto de las atribuciones de las frecuencias radioeléctricas y las disposiciones reglamentarias.
En concreto, es esencial aplicar plenamente el artículo nº 5.340 del Reglamento de Radiocomunicaciones, que prohíbe todas las emisiones radioeléctricas en las bandas de frecuencias especificadas entre 1 400 megahercios (MHz) y 252 gigahercios (GHz). Las operaciones y las investigaciones meteorológicas, hidrológicas y climáticas dependen de la ausencia de emisiones en esas bandas.
Desde la perspectiva meteorológica y de monitoreo del clima, las cuestiones más importantes guardan relación con la medición de la temperatura de la superficie del mar y las observaciones del tiempo espacial.
Contexto técnico
La temperatura de la superficie del mar es un componente esencial del sistema climático que influye en gran medida en la interacción entre los océanos y la atmósfera. Esta variable, que es uno de los principales motores de la circulación oceánica, es crucial para los modelos de predicción numérica del tiempo y de predicción numérica oceánica. La gama de frecuencias de 6 a 7 GHz, que corresponde a la sensibilidad máxima a la temperatura de la superficie del mar, se utiliza actualmente para la teledetección satelital pasiva de parámetros oceánicos.
En el punto 1.2 del orden del día de la CMR-23 se propone la identificación de bandas de frecuencias para las telecomunicaciones móviles internacionales (IMT) en la gama de 6 a 7 GHz, a pesar de que los estudios demuestran que ese despliegue podría obstaculizar considerablemente las mediciones de la temperatura de la superficie del mar.
A fin de mitigar ese riesgo, la OMM ha determinado otras bandas que permitirían medir la temperatura de la superficie del mar y que se podrían utilizar junto con la gama de 6 a 7 GHz. Para garantizar la continuidad a largo plazo, la OMM insta a las administraciones a que, en el marco de la CMR-23, consideren la posibilidad de realizar nuevas atribuciones a título primario al servicio de exploración de la Tierra por satélite (SETS) (pasivo) en las bandas de frecuencias de 4,2 a 4,4 GHz y de 8,4 a 8,5 GHz para la medición de la temperatura de la superficie del mar.
Las observaciones del tiempo espacial son esenciales, en particular para detectar episodios solares que pueden causar importantes alteraciones en las infraestructuras críticas, tanto terrenales como espaciales, y dar lugar a cortes radioeléctricos, daños a los satélites, perturbaciones en las redes eléctricas y un aumento de la exposición a la radiación en las rutas aéreas transpolares.
A pesar de la necesidad de anticipar los episodios peligrosos de tiempo espacial, en el actual Reglamento de Radiocomunicaciones no se reconocen en modo alguno las observaciones del tiempo espacial ni se incluyen disposiciones en esa esfera.
Está previsto que en la CMR-23 se debata la posibilidad de reconocer debidamente los sensores meteorológicos espaciales en el Reglamento de Radiocomunicaciones. La OMM aboga por que la Conferencia adopte un enfoque en dos fases:
Primera fase:
Definir la meteorología espacial en el contexto del Reglamento de Radiocomunicaciones y asociarla al "servicio de radiocomunicación" apropiado, en cuyo marco podrían operar los sistemas relativos a la meteorología espacial, a saber, el servicio de ayudas a la meteorología (meteorología espacial), también conocido por su forma abreviada: MetAids (meteorología espacial).
Segunda fase:
Preparar un nuevo punto para el orden del día de la CMR-27 por el que se proponga la realización de nuevas atribuciones al MetAids (meteorología espacial) en bandas de frecuencias utilizadas por los sensores meteorológicos espaciales operacionales que requieren protección