Vancouver.- Tres empresas, Carbon Engineering, Global Thermostat y Climework, desarrollan tecnología de extracción de carbón que puede eliminar dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera, y ahora sólo necesitan hacerlas comercialmente viables.
El sector privado ya tiene la mira puesta en estas empresas que imaginan un futuro en el que el CO2 capturado se transforme en combustible bajo en carbono, que se consuma localmente.
Uno de los interesados es Bill Gates, a pesar de que los procesos todavía están en las primeras fases de investigación y desarrollo (I+D). Gates se asoció con el físico de Harvard, David Keith, y el magnate petrolero Norman Murray, para extraer el CO2 del aire y convertirlo en diésel y gasolina para los vehículos.
Carbon Engineering es una empresa emergente con sede en Columbia. Bajo la dirección del físico David Keith, tiene como objetivo construir una planta industrial capaz de capturar el dióxido de carbono directamente del aire, para lo cual construye una planta industrial experimental en Squamish, en la Columbia Británica, que va a capturar CO2 directamente de la atmósfera.
La compañía planea construir instalaciones similares suficientes para eliminar millones de toneladas de dióxido de carbono del aire, en un intento de limitar o incluso revertir el calentamiento global.
El secreto es un proceso llamado “mecanización de la fotosíntesis”. El proceso Aire a Combustibles (A2F) necesita 100 veces menos tierra y agua que los biocombustibles, y se podría generar con energía renovable. Estos combustibles líquidos son compatibles con la infraestructura y motores actuales.
Por otro lado, como parte de un proyecto financiado por Audi, Climeworks, con sede en Suiza, ha desarrollado tecnología para la captura de CO2 del aire, que la empresa alemana Sunfire transforma en diesel.
Global Thermostat es la tercera compañía que desarrolla esta tecnología; con sede en Nueva York, es dirigida por Peter Eisenberger, profesor de la Universidad de Columbia y ex investigador de Exxon y Bell Labs. La compañía recibió recientemente una inyección de capital de una empresa energética de los Estados Unidos, de la cual no se ha revelado el nombre.
Los científicos están cada vez más convencidos de que vamos a necesitar grandes sistemas de captura de dióxido de carbono a gran escala para luchar contra el cambio climático
La comercialización de esta tecnología puede salvar vidas, pero hasta el momento nadie ha pagado a las empresas por sacar el dióxido de carbono del aire, aunque podría ser vendido a empresas refresqueras o invernaderos para el crecimiento de las plantas, ya que la producción y distribución de combustibles sintéticos sigue siendo el objetivo principal.
Al final, la tecnología de eliminación de carbono puede ser financiada, simplemente porque la civilización mundial se ha quedado sin otras opciones. “Los científicos están cada vez más convencidos de que vamos a necesitar grandes sistemas de captura de dióxido de carbono a gran escala para luchar contra el cambio climático”.
Las tres empresas hablan de un futuro en el que se capture CO2 del aire y posteriormente se transforme en combustibles de bajas emisiones de carbono, utilizando energía renovable.
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