Las condiciones inusualmente cálidas que han marcado las fiestas navideñas en Europa han batido récords en varios países del continente, en Nochevieja y Año Nuevo, según ha confirmado la Organización Meteorológica Mundial (OMM) de las Naciones Unidas.
Y mientras un número creciente de estaciones de esquí europeas situadas a menor altitud luchan por proporcionar una capa de nieve adecuada a sus visitantes de principios de temporada, la OMM señaló los datos científicos ampliamente aceptados del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas que indican que la frecuencia de las olas de frío y los días de heladas "disminuirá".
Se observan fuertes descensos en los glaciares, el permafrost, la extensión de la cubierta de nieve y la duración estacional de la nieve en latitudes/altitudes altas, y continuarán en un mundo que se calienta", dijo el IPCC.
Según la agencia de la ONU, las temperaturas de Año Nuevo se dispararon por encima de los 20 grados centígrados en muchos países europeos, incluso en Europa Central.
También se batieron récords nacionales y locales de temperatura en diciembre y enero en varios países, desde el sur de España hasta el este y el norte de Europa, según la OMM.
En el aeropuerto español de Bilbao, la temperatura de 25.1ºC registrada el 1 de enero superó en 0.7ºC el récord histórico establecido 12 meses antes.
Y en Besançon, ciudad del este de Francia que suele ser fría en esta época del año, las temperaturas alcanzaron un nuevo máximo histórico de 18.6 grados el día de Año Nuevo, 1.8C por encima del récord anterior, que databa de enero de 1918.
En la ciudad alemana de Dresde, el récord de Nochevieja de 1961 (17.7 ºC) quedó superado por los 19.4 ºC registrados el 31 de diciembre de 2022, al igual que en Varsovia (Polonia), donde las temperaturas alcanzaron los 18.9 ºC, 5.1 ºC más que el anterior récord histórico de enero, de 1993.
Más al norte, en la isla danesa de Lolland, 2023 comenzó con una nueva máxima de 12.6ºC, superando el récord de 12.4 ºC establecido en 2005.
La OMM atribuyó la ola de calor en Europa a una zona de altas presiones sobre la región mediterránea que se encontró con un sistema de bajas presiones atlántico.
Su interacción "indujo un fuerte flujo hacia el suroeste que trajo aire cálido del noroeste de África a latitudes medias", explicó la agencia de la ONU, añadiendo que este aire más cálido de lo normal "se calentó aún más al pasar por el Atlántico Norte, debido a una temperatura de la superficie del mar superior a la normal".
Destacando la influencia de las aguas marinas más cálidas en los patrones meteorológicos, la OMM señaló que en el Atlántico Norte oriental, la temperatura de la superficie del mar fue de 1C a 2C más alta de lo normal, y "cerca de las costas de Iberia, aún más".
"Todo ello provocó un calor récord en varios países europeos en Nochevieja y Año Nuevo", concluyó la OMM.
Según las previsiones, los fenómenos meteorológicos extremos experimentados en Europa seguirán aumentando, advirtió la OMM, haciendo referencia a un reciente análisis publicado con "alta confianza" por el influyente Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU. "Independientemente de los niveles futuros de calentamiento global, las temperaturas aumentarán en todas las zonas europeas a un ritmo superior a los cambios de temperatura media global, de forma similar a las observaciones pasadas", afirmó el IPCC.
Según la hoja informativa regional del IPCC para Europa, "la frecuencia e intensidad de los extremos cálidos, incluidas las olas de calor marinas, han aumentado en las últimas décadas y se prevé que sigan aumentando independientemente del escenario de emisiones de gases de efecto invernadero".
Los expertos del panel advirtieron además de que "se prevé que se superen los umbrales críticos" para el medio ambiente y los seres humanos "con un calentamiento global de 2ºC y superior".