México.- En el Webinar “Océanos”, transmitido por las redes sociales, en el cual participaron Ornela Garelli y Miguel Rivas, de Greenpeace México; Dolores Barrientos, del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA); Esteban García-Peña, de Oceana, y Alejandro Olivera, del Centro para la Diversidad Biológica, se trataron en bloques diversos temas que afectan la salud de los mares y océanos y su vinculación con la salud humana.
Los ponentes señalaron que se produce a velocidad vertiginosa el colapso de los mares debido al uso de combustibles fósiles que alteran la estructura y funciones de los ecosistemas.
Esta crisis oceánica ya se manifiesta en México, por lo que urgen medidas de protección. El cambio climático y una descuidada actividad humana en nuestros océanos, por ejemplo el tratamiento inadecuado de aguas residuales que lleva a la contaminación de los mares, malas prácticas turísticas y la destrucción de los manglares, entre otras, ha llevado a graves afectaciones como el síndrome blanco en el Caribe mexicano, el cual afecta a los corales del Sistema Arrecifal Mesoamericano.
Dieron a conocer que el aumento del nivel del mar desfigurará las costas de numerosos países, lo que puede llegar a triplicar la cantidad de personas amenazadas, porque casi tres cuartas partes de las comunidades más vulnerables se hallan en ocho países asiáticos, siendo China el más afectado. En el caso de México, es un hecho que Tabasco es el estado con mayor vulnerabilidad al aumento del nivel marino.
Entre los datos que fueron revelados durante el seminario en línea, destaca que las extensiones de praderas marinas se han reducido a un ritmo superior al 10 por ciento por década entre 1970 y 2000, mientras que la presencia de corales vivos en los arrecifes se ha reducido casi a la mitad en los últimos 150 años, con un drástico declive en los últimos 20 años.
Además del cambio climático, la sobrepesca y las prácticas pesqueras ilegales fueron señaladas como otras de las principales causas de la destrucción de la vida marina, ya que estimaron que 33 por ciento de las poblaciones de peces se ha sobreexplotado hasta niveles insostenibles y 60 alcanzó su límite de explotación.
Resaltaron que tener océanos sanos es fundamental en la lucha contra el cambio climático, pues son el mayor sumidero natural de dióxido de carbono (CO2), además de ser reguladores esenciales de la temperatura global para hacer la Tierra habitable.
Consideraron que el actual declive de la naturaleza no tiene precedentes, con una inusitada aceleración en los ritmos de extinción de especies, hasta el punto de que un millón de ellas está amenazada.
Entre las especies amenazadas señalaron al 33 por ciento de los arrecifes de coral y a más de un tercio de los mamíferos marinos, destacando el caso mexicano de la vaquita marina, de la cual sólo quedan 10 ejemplares y estiman podría desaparecer en el año 2022, siendo responsabilidad de México su conservación.
Acerca de la importancia de proteger el 30 por ciento de los océanos, mencionaron que es necesario porque con ello se protege también a la especies, y debe considerarse que una ballena, por ejemplo, almacena en su cuerpo más carbono que el equivalente al capturado en el mismo periodo de tiempo por centenares de árboles en tierra.
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