Nueva York.- La crisis climática plantea una amenaza grave y creciente a las perspectivas económicas a corto y largo plazo, pero los inversionistas y los mercados financieros subestiman los riesgos del cambio climático, concluye el informe “Situación y perspectivas de la economía mundial en 2020”, del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la Organización de las Naciones Unidas (UNDESA, por sus siglas en inglés).
El informe identifica el sector energético, responsable del 75 por ciento de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, como clave para abordar la emergencia climática.
Los autores señalan que se siguen tomando decisiones poco previsoras e invirtiendo en la exploración de petróleo y gas, y la generación de energía a partir del carbón, acciones que amenazan con descarrilar los objetivos ambientales.
Si las emisiones de carbono per cápita de los países en desarrollo aumentaran en relación con las de las economías desarrolladas a nivel global incrementarían en más del 250 por ciento en comparación con el objetivo mundial de alcanzar el nivel cero de emisiones netas para 2050.
Por lo tanto, la única manera de satisfacer de manera sostenible las crecientes necesidades energéticas del mundo es a través de un cambio global hacia fuentes de energía renovables o bajas en emisiones de carbono.
Por su parte, los mercados financieros también subestiman los riesgos climáticos, incluidos los posibles daños de las repercusiones relacionadas con el clima, y los costos de las medidas de adaptación y mitigación, lo cual deja a las economías expuestas a las alteraciones relacionadas con el clima, que pueden desestabilizar los mercados financieros.
La transición hacia una combinación de energías más limpias requerirá políticas que conduzcan a los países a la neutralidad del carbono para 2050.