México.- Durante la presentación del libro de su coautoría “Crisis Ambiental en México / Ruta para el Cambio” en la Ciudad de México, el dirigente de Iniciativa Climática México, Adrián Fernández, sostuvo que “si queremos que la comunidad internacional haga su parte, debemos cumplir los compromisos firmados, sobre todo porque son metas alcanzables, para beneficio del país”.
Consideró que se debe hacer lo correcto y cerrar la brecha entre lo posible y lo que se está haciendo en este momento para “no tratar de explicar a las generaciones futuras qué estábamos haciendo quienes estamos hoy aquí. No sólo el gobierno, sino todos, sociedad civil, académicos y autoridades”.
Fernández explicó que el sector energético mundial experimenta transformaciones radicales y vertiginosas, por lo que México tiene el desafío de identificar y optimizar sus recursos.
Asimismo, indicó, tiene el imperativo de atender el cambio climático, en donde la producción y uso de la energía son los grandes pilares, junto con la movilidad y el uso del suelo.
La energía tiene que ver con el futuro cercano y con inversiones de billones de dólares, por lo cual el reto es alinear los objetivos al tema social, estimó.
“El imperativo para el ambiente, para el cambio climático, en términos de mitigación y adaptación, es sacar de la pobreza energética a millones de personas que no pueden pagarse en climas extremos un poco de asistencia para calentar o enfriar el hogar, y con el cambio climático, cada vez mayores grupos de la población vivirán en sitios de climas extremos”, sostuvo.
Refirió que hay dos grandes brazos: la parte relacionada con los combustibles fósiles y la de la electricidad, y enfatizó que “no es lo mismo buscar la seguridad energética que la autonomía, la autosuficiencia energética, porque si se busca ésta, para cuando se llegue a ella, en 10 o 15 años, las condiciones del mercado ya habrán cambiado”.
Terminar las autoregulaciones sectoriales
En otra parte de su intervención, el directivo de Iniciativa Climática México señaló que debe terminar la práctica de la autorregulación sectorial, como en el caso de la minería, donde la iniciativa privada se lleva todos los beneficios, con una normatividad a modo.
Otro caso es el automotriz, que define su normatividad en tres aspectos: el nivel de emisiones contaminantes de los vehículos; la eficiencia promedio y los estándares de seguridad de los autos que se venden en México, acumulando un rezago de hasta 15 años en comparación con lo que se fabrica para el mercado estadounidense.
“La Semarnat buscará estandarizar la normatividad (Norma 163) en esta administración, y los académicos y la sociedad civil vamos a apoyar… Y no se van a cerrar las plantas ni se fomentará el desempleo”, aseguró.
Por lo que se refiere a las energías renovables, Fernández consideró incorrecto hacer una promoción a diestra y siniestra sólo porque son fuentes naturales consideradas limpias e inagotables, si no se tiene la participación de las comunidades locales.
"Pero tampoco podemos dar la espalda a las renovables y perpetuar o aumentar la generación de electricidad con combustibles fósiles; hay que buscar un equilibrio", puntualizó durante su participación en la presentación a la que asistieron Helena Cotler, del Centro Geo; y Ken Oyama, de la Secretaría de Desarrollo Institucional de la UNAM; entre otros.