Con el nacimiento de un bisonte Americano llamado "Bronx", de tres jaguares que están a la espera de ser nombrados por la ciudadanía y la llegada de cinco ejemplares de pingüino de Humboldt, provenientes del Zoológico de Higashiyama, de la Ciudad de Nagoya, Japón, la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) capitalina celebró el pasado 5 de julio los 101 años del Centro de Conservación de la Vida Silvestre de Chapultepec.
"(Este aniversario) es un recordatorio de la importancia que tiene el Zoológico de Chapultepec, este Centro de Conservación de la Vida Silvestre, es un recordatorio de la importancia y de nuestro comportamiento cotidiano, nuestras decisiones cotidianas, sobre lo que sucede, en lo que consumimos, en lo que hacemos para poder asegurar el resto de la vida con la que compartimos este planeta", aseguró la doctora Marina Robles García, titular de la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México.
Recordó que uno de los propósitos más importantes de los Centros de Conservación de la Vida Silvestre de la Ciudad de México es que como sociedad y humanidad, trabajemos para poder conservar la vida silvestre, que aprendamos a cuidar a estos organismos con los que compartimos el planeta.
"Nuestro mayor interés es que en algún momento tengamos condiciones para repoblar muchos de estos sitios, donde estas especies se encuentran amenazadas como por ejemplo el cóndor de California, como saben particularmente Chapultepec ha sido uno de los aportadores de ejemplares de cóndor de California en el hábitat natural, que alguna vez tuvo a estos maravillosos ejemplares viviendo en abundancia y que ahora hemos logrado que estén más de 50 ejemplares allá, 11 de ellos aportados por el trabajo que han hecho mis compañeras y compañeros de los Zoológicos de la Ciudad de México", sostuvo.
Luego de recorrer los albergues de los nuevos habitantes del Centro de Conservación de la Vida Silvestre de Chapultepec, Robles García habló de la importancia que tiene ofrecer condiciones de bienestar a los animales, a los visitantes y al personal que labora en estos centros de conservación.
Mencionó que como parte del Proyecto Chapultepec Naturaleza y Cultura, se intervinieron y rehabilitaron albergues de animales, casas de noche, se rehabilitaron 17.1 hectáreas de vegetación en albergues naturalísticos de distintas especies, andadores, cuerpos de agua, por mencionar algunos.
"Los zoológicos en el mundo han evolucionado de manera muy interesante y de manera particular los de la Ciudad de México han evolucionado para convertirse en Centros de Conservación de la Vida Silvestre para mejorar las condiciones ambientales, para abrirle paso a las distintas formas de vida en el mundo y mantener esta riqueza biológica que ha caracterizado a nuestro país y la riqueza biológica del mundo en general que finalmente nos permite la vida a todos quienes estamos en este planeta", precisó.
En su oportunidad, el director General de Zoológicos y Conservación de la Fauna Silvestre, Fernando Gual Sill, reiteró que la misión primordial de estos centros es la recuperación de especies como el cóndor de California, el lobo mexicano, el axolote de Xochimilco y muchas otras especies en grave peligro de extinción.
En ese sentido, refirió que en las últimas décadas se ha registrado una disminución de poblaciones de las diferentes especies silvestres del mundo, esto incluye 63% de las especies de anfibios, 56% de mamíferos, 54% de insectos, 53% de aves, 41% de peces y 28% de especies de reptiles, sin embargo todavía podemos hacer algo por ellas y los centros de conservación son un ejemplo de esto.
"Poder escuchar al lobo mexicano y al jaguar cuando nos hacen recordar con sus aullidos y rugidos que ahí están y comparten el mismo ambiente con nosotros que tenemos que cuidar para nosotros y para ellos, sobre todo. (Estos centros de conservación) nos permiten maravillarnos con lo majestuoso, como verán de todas estas jirafas, el animal terrestre más alto del mundo, de las plumas impresionantes de un pavo real que todos pueden disfrutar aquí en el Zoológico de Chapultepec, hasta con las ardillas que vimos ahorita de camino, todo el mundo nos maravillamos con esas especies. No hay nada en el mundo como poder escuchar el suave vuelo de un cóndor de California cuando pasa surcando el cielo extremadamente azul de la Sierra de San Pedro Mártir, Baja California y que en nuestra mente recordamos que ese cóndor nació aquí en la Ciudad de México y que esta noble institución y con el trabajo esmerado de sus cuidadores es posible conservar estas maravillosas especies", expresó.